Del mismo modo, Sánchez Mato recuerda que con esta decisión, pactada previamente con el PSOE, “el Gobierno de Mariano Rajoy y el Partido Socialista han buscado convertir en ‘papel mojado’ la ambiciosa proposición de ley de Unidos Podemos ya aprobada en el Congreso desde la semana pasada, que busca arrancar al PP un incremento del SMI hasta los 800 euros mensuales, mientras que ahora se queda en 707 euros”.
El responsable económico de IU avala sus valoraciones, entre otros muchos datos, en el hecho de que “en los últimos seis años el SMI ha caído en términos reales de forma importante: mientras el salario mínimo nominal aumentaba un ridículo 3,4%, los precios lo hacían en un 9,4% en el mismo periodo”, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Sánchez Mato detalla que, frente a lo que plantea la iniciativa parlamentaria aún vigente puesta en marcha por Unidos Podemos, la cifra decidida por el Gobierno “da la espalda a numerosos estudios que señalan la imperiosa necesidad de un salario mínimo decente. De hecho, la Carta Social Europea recomienda que se establezca en el 60% del salario medio, lo que en España se traduciría en un salario mínimo de 966,8 euros”.
Razona que “en nuestro país hay margen económico para haber realizado un incremento más ambicioso y, además, es una exigencia social a tenor de las elevadas y crecientes cuotas de precariedad laboral que se soportan. Lo contrario es condenar a muchos trabajadores a la pobreza”.
El dirigente federal de IU responde a análisis interesados en contra cuando señala que “incrementar moderada y progresivamente el SMI no sólo es positivo para los trabajadores que lo cobran -en torno a un 10% de quienes trabajan a tiempo completo-, sino también para aquellos que cobran o pueden cobrar en un futuro subsidios de desempleo y prestaciones derivadas de FOGASA, ya que ambas ayudas públicas están vinculadas a éste”.
También se traduce en una mayor capacidad adquisitiva de los trabajadores, que puede desembocar en mayores compras y, por lo tanto, mayores ventas y beneficios empresariales, de forma que también las empresas se benefician de este incremento.
Para Sánchez Mato, “al contrario de lo que determinados mensajes de la patronal buscan hacer creer, subir con moderación el SMI ni afecta a las contrataciones ni pone en riesgo los actuales puestos de trabajo. Las empresas contratan cuando necesitan trabajadores para cubrir su mayor nivel de actividad y el coste de contratación es un elemento secundario, sobre todo cuando sólo sube 52,6 euros al mes. Por verlo de otra forma, incluso aunque el SMI fuese de 1 euro al mes, si los empresarios y empleadores no necesitan nuevos trabajadores para su negocio, no contratarán a nadie”.
El responsable de Políticas Económicas de IU señala que “con 707 euros al mes sigue siendo insuficiente sacar adelante dignamente una familia”, de ahí que desde Izquierda Unida se exija “el incremento del SMI hasta llegar a lo planteado en la proposición de ley que presentamos, se tomó en consideración y debe ser tramitada en el Congreso”.
“No obstante -apostilla-, esta medida no es la única a adoptar para combatir la elevada precariedad laboral. Se debe combatir el elevado fraude laboral existente y derogar las reformas laborales del PSOE y del PP para crear una nueva que proteja de verdad los derechos de los trabajadores”.
Cotizaciones de la Seguridad SocialPor otra parte, el Consejo de Ministros ha aprobado también un incremento del 3% en las bases máximas de cotización del sistema de Seguridad Social, lo que supondrá aumentar algo más de 300 millones la recaudación.
Para Carlos Sánchez Mato, “esta es una medida tardía e insuficiente, aunque va en la dirección adecuada dentro de los muchos pasos que aún faltan para que haya una contribución más justa al sistema público, en línea de una mayor progresividad fiscal”.
