O
Izquierda Plural si prefieren llamarlo así.
Porque
es el menos imperfecto, el menos corrupto y el más audaz y novedoso en sus
propuestas. A pesar de su, en mi opinión, decisión equivocada en Extremadura.
El que más luchará por los débiles y contra las injusticias y desigualdades. Yo
no soy comunista, pero me aflige que unos tengan, tengamos, tanto y otros no
tengan nada. Creo que este partido es el que más y mejor luchará contra esto en
Europa y en España. Porque supone una aspiración razonable dentro de lo
posible. Sin querer destruir ningún edificio, pero remodelando estructuras. El
que más atenderá y consultará los deseos de los ciudadanos. Paradójicamente el
menos dogmático, aunque muchos de sus seguidores lo sean. El más transparente,
y por ello el más odiado. El que no permitirá que 50.000 familias pierdan sus
hogares cada año, y que dos millones de niños españoles vivan en la pobreza. Un
partido con peso específico consolidado, que no es una aventura ocasional o
irresponsable. El más laico. El menos connivente con los intereses
capitalistas. El que se enfrentará a Europa para suprimir o al menos atenuar el
artículo 135 que nos hipoteca a perpetuidad. El que defiende mejor lo público.
El que tiene menos casos en los tribunales. El que más ha tratado de
identificarse con los jóvenes rebeldes indignados. El que discute la legalidad
imperante y quiere cambiarla.