¡Hemos sufrido otro pleno! Tres horas de espectáculo absurdo,
bochornoso, sin sentido, impropio de un pleno del Ayuntamiento, una vez más la
corporación hemos demostrado no estar a la altura.
Cada vez que se intentan regular las
intervenciones sale peor, y es que no se puede dirigir un Pleno sin tener la
más mínima noción del Reglamento de Organización y Funcionamiento; el
asesoramiento de los técnicos (en este caso el de la secretaría) está muy bien,
pero las decisiones las tiene que tomar el Presidente y si no sabe lo que debe
hacer en las situaciones más básicas, pasa lo que pasó el lunes.