La XI Asamblea de IU clausura con la elección de Garzón prometiendo una ejecutiva integradora
El nuevo coordinador federal de IU habló de democracia como “el derecho a decidir, no sólo a votar”.
“Este país cambiará, pero será necesariamente con nuestra participación y capacidad de transformar la sociedad” explicó Alberto Garzón en la clausura de la XI Asamblea de Izquierda Unida, que ha finalizado esta mañana (ayer) con su elección como nuevo coordinador federal de IU por el Consejo Político Federal con 63 votos a favor, 18 en contra y ninguna abstención.
“Tenemos un gran reto que es cambiar este país, el sistema actual está agotado, y necesitamos nuevos instrumentos políticos y económicos” dijo en su primera intervención como líder de la organización. “No queremos reformas cosméticas” y refiriéndose al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos expresó: “No queremos sólo cambios de gobierno, queremos cambios políticos y por eso seguiremos siendo coherentes a favor de la clases populares”.
Garzón comenzó su discurso hablando de la difícil situación de la que viene Izquierda Unida, donde algunos incluso la daban por desaparecida, de la gente que saltó del barco pero sobre todo “de los muchos que nos quedamos en ella para trabajar con nuestros principios y nuestra convicción ideológica. Y con este esfuerzo enorme hemos levantado esta organización” que es “absolutamente necesaria”. Una organización que pasa “de la ética de la resistencia a la ética de la victoria”. Agradeció el trabajo colectivo y destacó la honestidad, claridad y firmeza ideológica de Cayo Lara, acompañando el reconocimiento de un largo aplauso secundado por la nueva dirección.
Habló de que hoy IU es todavía más necesaria que cuando se creó hace 30 años porque el capitalismo se está reorganizando y el conflicto entre capital y trabajo se ha agudizado. Una organización “heredera del hilo rojo de la historia, de la defensa de la República, de la lucha contra el franquismo, contra la opresión y la exclusión”. Y sobre esa exclusión recordó que hay más de un millón y medio de hogares con todos los miembros sin empleo y que la crisis arroja al paro y a la miseria a los más desfavorecidos.
También apuntó que hoy no somos libres, no sólo porque haya leyes represivas y porque los sindicalistas están pasando por los juzgados por defender el derecho a huelga, sino por la privaciones que sufre la gente, con miles de personas con problemas para comer, con un 10% de hogares privados de los recursos energéticos lo que genera enfermedades y muertes como resultados de la políticas del capitalismo. “Contra todo eso nos revelamos” subrayó. También contra las políticas neoliberales impuestas por” los burócratas de la Unión Europea, que son los que nos metieron en Maastricht y en los tratados del TTIP y los acuerdos entre la UE y Turquía”.
El nuevo coordinador federal de IU habló de democracia como “el derecho a decidir, no sólo a votar”, de libertad en el sentido de libertad republicana “que es el que nos permite vivir con las necesidades cubiertas”, y de “política como ética de lo colectivo”, recordando a Fernández Buey.
Habló de las señas identitarias morada y verde de la organización, defendiendo el feminismo como “una política transversal y un eje vertebral de la política en todos nuestros aspectos”, y abogó por la defensa del medio ambiente, porque “sin éste estaremos agotados y el planeta no podrá vivir”.
Unidad popular en lo interno y lo externo
Garzón aplaudió las victorias en la calle, la victoria contra la Ley del aborto de Gallardón, contra los desahucios, contra la privatización de la sanidad española y contra algunos EREs. Unas victorias, apuntó, conseguidas con la unidad popular que ha sido capaz de apartar las diferencias para defender a la gente.
Definió la unidad popular como práctica política en las calle. “Nuestro país crece en la confluencia. Nos faltaba la unidad en lo electoral y hemos conseguido el mejor acuerdo para las clases populares en este país”.
También habló de unidad popular en lo interno, dirigiéndose hacia los integrantes de las otras listas que se han presentado en este Congreso: “Todos somos necesarios. Nosotros y nosotras somos un proyecto político”. Se comprometió a hacer una ejecutiva integradora y expresó que “es el momento de aparcar las diferencias y pensar en lo que nos une”, que la política está aprobada y que ahora toca trabajar.
Concluyó mirando hacia el presente inmediato y hacia el futuro. Se preguntó a quién le da miedo una izquierda fuerte en este país, si a los que están a punto de perder la casa, a los que no tienen trabajo, a los que están al borde del precipicio, a los que tienen a los hijos buscándose la vida en la inmigración o a aquellos que han explotado y expoliado este país”.
Se despidió con la esperanza de un país sin desigualdades, con justicia social, que nos permita vivir en libertad republicana con las necesidades cubiertas. “Vamos a construir un mundo mejor con nuevas instituciones políticas y económicas”, concluyó, a lo que auditorio respondió en pie con un claro y fuerte “Sí se puede”.
“Tenemos un gran reto que es cambiar este país, el sistema actual está agotado, y necesitamos nuevos instrumentos políticos y económicos” dijo en su primera intervención como líder de la organización. “No queremos reformas cosméticas” y refiriéndose al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos expresó: “No queremos sólo cambios de gobierno, queremos cambios políticos y por eso seguiremos siendo coherentes a favor de la clases populares”.
Garzón comenzó su discurso hablando de la difícil situación de la que viene Izquierda Unida, donde algunos incluso la daban por desaparecida, de la gente que saltó del barco pero sobre todo “de los muchos que nos quedamos en ella para trabajar con nuestros principios y nuestra convicción ideológica. Y con este esfuerzo enorme hemos levantado esta organización” que es “absolutamente necesaria”. Una organización que pasa “de la ética de la resistencia a la ética de la victoria”. Agradeció el trabajo colectivo y destacó la honestidad, claridad y firmeza ideológica de Cayo Lara, acompañando el reconocimiento de un largo aplauso secundado por la nueva dirección.
Habló de que hoy IU es todavía más necesaria que cuando se creó hace 30 años porque el capitalismo se está reorganizando y el conflicto entre capital y trabajo se ha agudizado. Una organización “heredera del hilo rojo de la historia, de la defensa de la República, de la lucha contra el franquismo, contra la opresión y la exclusión”. Y sobre esa exclusión recordó que hay más de un millón y medio de hogares con todos los miembros sin empleo y que la crisis arroja al paro y a la miseria a los más desfavorecidos.
También apuntó que hoy no somos libres, no sólo porque haya leyes represivas y porque los sindicalistas están pasando por los juzgados por defender el derecho a huelga, sino por la privaciones que sufre la gente, con miles de personas con problemas para comer, con un 10% de hogares privados de los recursos energéticos lo que genera enfermedades y muertes como resultados de la políticas del capitalismo. “Contra todo eso nos revelamos” subrayó. También contra las políticas neoliberales impuestas por” los burócratas de la Unión Europea, que son los que nos metieron en Maastricht y en los tratados del TTIP y los acuerdos entre la UE y Turquía”.
El nuevo coordinador federal de IU habló de democracia como “el derecho a decidir, no sólo a votar”, de libertad en el sentido de libertad republicana “que es el que nos permite vivir con las necesidades cubiertas”, y de “política como ética de lo colectivo”, recordando a Fernández Buey.
Habló de las señas identitarias morada y verde de la organización, defendiendo el feminismo como “una política transversal y un eje vertebral de la política en todos nuestros aspectos”, y abogó por la defensa del medio ambiente, porque “sin éste estaremos agotados y el planeta no podrá vivir”.
Unidad popular en lo interno y lo externo
Garzón aplaudió las victorias en la calle, la victoria contra la Ley del aborto de Gallardón, contra los desahucios, contra la privatización de la sanidad española y contra algunos EREs. Unas victorias, apuntó, conseguidas con la unidad popular que ha sido capaz de apartar las diferencias para defender a la gente.
Definió la unidad popular como práctica política en las calle. “Nuestro país crece en la confluencia. Nos faltaba la unidad en lo electoral y hemos conseguido el mejor acuerdo para las clases populares en este país”.
También habló de unidad popular en lo interno, dirigiéndose hacia los integrantes de las otras listas que se han presentado en este Congreso: “Todos somos necesarios. Nosotros y nosotras somos un proyecto político”. Se comprometió a hacer una ejecutiva integradora y expresó que “es el momento de aparcar las diferencias y pensar en lo que nos une”, que la política está aprobada y que ahora toca trabajar.
Concluyó mirando hacia el presente inmediato y hacia el futuro. Se preguntó a quién le da miedo una izquierda fuerte en este país, si a los que están a punto de perder la casa, a los que no tienen trabajo, a los que están al borde del precipicio, a los que tienen a los hijos buscándose la vida en la inmigración o a aquellos que han explotado y expoliado este país”.
Se despidió con la esperanza de un país sin desigualdades, con justicia social, que nos permita vivir en libertad republicana con las necesidades cubiertas. “Vamos a construir un mundo mejor con nuevas instituciones políticas y económicas”, concluyó, a lo que auditorio respondió en pie con un claro y fuerte “Sí se puede”.
Escrito por Gema Delgado. Publicado en Mundo Obrero
Cuatro andaluces en la nueva dirección de IU
El flamante coordinador general, también andaluz, contará con Toni Morillas, Ernesto Alba, Amanda Meyer y Jaime Aja en el equipo de trabajo diario de la nueva Izquierda Unida
Izquierda Unida ha culminado hoy (por ayer) su XI Asamblea Federal, eligiendo a Alberto Garzón como coordinador general. El nuevo equipo de trabajo que acompañará a Alberto Garzón en el trabajo diario está compuesto por 15 personas, a las que el flamante coordinador general ha encargado las tareas que llevarán a IU a desarrollar la política aprobada en su Asamblea. Entre los 15 miembros que acompañarán a Alberto Garzón al frente de IU, se encuentran cuatro dirigentes andaluces, que dan el salto a la estructura federal en esta nueva etapa.
Toni Morillas (Málaga) será la responsable de democracia participativa interna, adscrita a la secretaría de organización que dirigirá el madrileño Ismael González. Toni Morillas, jienense de nacimiento, tiene 33 años y es experta en procesos de participación y democracia participativa, labor en la que desarrolla su actividad profesional. Ha sido concejala portavoz de IU en el Ayuntamiento y Diputación de Málaga.
Ernesto Alba (Cádiz) será el responsable de las relaciones con otros actores políticos y movimientos sociales. Así mismo será el encargado del diseño y seguimiento de la estrategia de construcción de un nuevo movimiento político y social. Ernesto Alba tiene 33 años y actualmente es concejal delegado de asuntos sociales del Ayuntamiento de Conil de la Frontera.
Amanda Meyer (Málaga) será la responsable de la política institucional. Meyer es la actual responsable de programa del Consejo andaluz de IU Andalucía y miembro del equipo de trabajo del coordinador, Antonio Maíllo. Meyer nació en Sanlúcar de Barrameda y tiene 38 años. Actualmente ejerce como abogada en Málaga. Fue la letrada de la acusación particular de la Asociación de Afectados por el 11-M y secretaria general de vivienda de la Junta de Andalucía.
Jaime Aja (Córdoba) se encargará del área de análisis socio electoral, asumiendo las tareas de estudio sociológico y demoscópico de la estructura social española y europea. Jaime Aja, cántabro de nacimiento, tiene 39 años y es profesor de sociología de la Universidad de Córdoba y responsable del departamento ideológico del Partido Comunista de Andalucía además de colaborador de diversas fundaciones como la Fundación de Investigaciones Marxistas, Fundación Europa de los Ciudadanos y de la Fundación Andaluza Memoria y Cultura.
A excepción de Ernesto Alba, que actualmente es cargo público, todos compaginarán su actividad laboral con las nuevas responsabilidades que ejercerán en el órgano de gestión diaria de Izquierda Unida Federal.