Raimundo Castro novela de forma magistral la historia de los guerrilleros
españoles que lucharon por sus ideales de libertad y justicia desde el inicio
de la Guerra Civil hasta la huida, en 1955, de la última partida de «maquis».
En esta trama de confrontación nacional e internacional, miles de guerrilleros
defendieron su vida y sus ideas, sin apenas armamento ni intendencia, frente a
una Guardia Civil a la que Franco situó como vanguardia de la represión para
intentar vender a la opinión mundial la falsa idea de que los soldados
republicanos que le combatían en las sierras eran simples «bandoleros».
Al amparo de la verdad histórica, la novela desnuda acontecimientos
terribles que la memoria oficial ha ocultado. La ejemplar odisea de los maquis,
su lucha trufada de heroicidades y traiciones queda reflejada en su duro
acontecer cotidiano; en un relato que, más allá de su inquietante desenlace,
ofrece una profunda reflexión sobre la dignidad humana.
Raimundo
Castro presentó el jueves en la Sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados
su libro "Los imprescindibles. La novela de los últimos maquis"
El periodista y escritor Raimundo Castro (Torremocha, 1955) reivindica en Los imprescindibles. La novela de los últimos maquis la figura de estos guerrilleros antifranquistas tan injustamente tratados por la historia. Una obra que le ha llevado 15 años de trabajo intenso y que ha ido alternando con su oficio de cronista parlamentario. “He sido periodista para comer —comenta jocoso el autor—, pero soy un novelista por vocación, siempre he querido escribir aquellas vidas que merecen ser contadas, digamos que soy el novelista de los perdedores”.
Y para perdedores los maquis, perseguidos durante el franquismo y olvidados durante la democracia. Biografías sobrecogedoras las de estos guerrilleros que apenas encontraron reconocimiento muerto el dictador. “Franco envió a las montañas a la Guardia Civil y quitó al ejército para hacer ver a los españoles y al mundo que era una cuestión de bandoleros y no de soldados republicanos”, explica Raimundo, que sitúa en el exiguo reconocimiento que obtuvieron estos luchadores una de las caras menos amables de nuestra democracia. “Gente que había estado 10 años en el monte y que después pasan 12 o 13 años en la cárcel, cuando salen no tienen derecho a pensión y terminan trabajando en la construcción después de haber sido auténticos héroes luchadores”
Un olvido que Castro denuncia citando a Gerardo Iglesias, cofundador de Izquierda Unida: “Cuando empezó la Transición hicimos algunas concesiones a los franquistas para evitar una confrontación civil y entre ellas iba la memoria histórica, una concesión que en su día entendimos necesaria, pero que pasado el tiempo hemos convertido en renuncia”
“Ser honrado hoy día es ser revolucionario”
Castro se sirve de estos “héroes luchadores” para reflexionar acerca de la “dignidad humana”, ellos son “los imprescindibles” de este libro, título que recoge de aquella mítica cita de Bertolt Brecht: “Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que lucha un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.
Entroncando con el presente, “la dignidad de los maquis —explica Raimundo— es la de aquellos que hacen lo que creen que tienen que hacer porque de lo contrario se sentirían indignos, lo que contrasta con el tristemente habitual: si todos roban por qué no lo voy a hacer yo”. Es por ello que la historia de los maquis, según se mire, evidencia también la deriva de una sociedad enferma en la que parece reinar el “sálvese quien pueda”. “Ser honrado hoy día es ser revolucionario”, zanja el autor.
Entroncando con el presente, “la dignidad de los maquis —explica Raimundo— es la de aquellos que hacen lo que creen que tienen que hacer porque de lo contrario se sentirían indignos, lo que contrasta con el tristemente habitual: si todos roban por qué no lo voy a hacer yo”. Es por ello que la historia de los maquis, según se mire, evidencia también la deriva de una sociedad enferma en la que parece reinar el “sálvese quien pueda”. “Ser honrado hoy día es ser revolucionario”, zanja el autor.
Escrito
por: JUAN LOSA
Publicado en Público.es