Enrique Díez, coordinador del Área Federal de Educación, advierte de que “esta maniobra electoral contempla tratar de conseguir un futuro pacto neoliberal con los conservadores de Ciudadanos”
Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, denuncia el “maquillaje electoralista” puesto en marcha por el Gobierno en funciones del PP con las reválidas que contempla la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) para “mantener en la práctica la filosofía segregadora de esta contrarreforma educativa”.
Enrique Díez, coordinador de este área de IU, advierte de que “frente a las ocho comunidades autónomas ‘insumisas’ a la LOMCE y ante el rechazo mayoritario de la comunidad educativa y de los expertos, el partido de Mariano Rajoy opta por ponerse en modo electoral y simular que recula en este delicado asunto”.
“Esta maniobra electoral -detalla el dirigente de IU- contempla tratar de conseguir un futuro pacto neoliberal con los conservadores de Ciudadanos, todo ello sin cambiar en nada el fondo de la LOMCE, en la que sigue primando los contenidos segregadores, excluyentes y competitivos”.
Para Izquierda Unida el hecho de que el ministro Méndez de Vigo y su equipo “planteen ahora que las reválidas pierdan parte de su carácter centralista y uniformizador, además de aceptar no hacer públicos sus resultados, no significa que haya variado la filosofía que anima este tipo de pruebas. Es falso que con estas pruebas estandarizadas y su control burocrático de las prácticas escolares y la profesión docente se vayan a ‘elevar’ los resultados educativos. En realidad sólo sirven para fomentar un aprendizaje memorístico y descontextualizado, que es el único que logran medir”.
Enrique Díez apostilla que “las reválidas buscan en última instancia identificar, etiquetar y seleccionar al alumnado que tiene problemas de aprendizaje de cara a su futura selección definitiva en la secundaria. En ello influye el recorte de apoyos y recursos que acompaña a la LOMCE, cifrado ya en cerca de 8.000 millones de euros”.
Las reválidas son parte esencial del modelo educativo neoliberal, tecnocrático y conservador, centrado en pruebas estandarizadas, que ha sido importado acríticamente en nuestro país. Esto se hace cuando tanto en diversos países europeos como en EE.UU se cuestiona su utilidad porque no suponen ninguna mejora de los resultados.
El coordinador del Área de Educación de IU valora que “las investigaciones demuestran que a pesar de los recursos invertidos en este tipo de evaluaciones estandarizadas no hay mejoría consistente y significativa de los resultados escolares en los campos o aspectos evaluados. Por el contrario, se ven efectos negativos y múltiples debilidades técnicas, ya que sólo tienen en cuenta lo que el alumnado aprende en el momento de realizarlas”.
El problema añadido, como denuncian múltiples profesionales de la educación, son los efectos negativos colaterales de estas evaluaciones estandarizadas: a) la deslegitimación de la función docente y la desconfianza hacia el profesorado que tiene contacto directo con el alumnado, pues se recurre a otros profesionales; b) la degradación de contenidos: se acaba estudiando lo que se somete a examen, y se centra el tiempo y los esfuerzos docentes en preparar tales exámenes; c) el coste económico para el sistema, tan alto como inútil, por la realización de múltiples pruebas externas; además del coste para las familias del alumnado que haya suspendido, cuando tengan que pagar academias para repetir la reválida; d) la publicidad de estas pruebas convierte la evaluación en un mecanismo de competición entre centros y no de cooperación, y en un dispositivo de clasificación y segregación del alumnado y los centros escolares.
Desde el Área de Educación de Izquierda Unida “apostamos por otra Educación posible y trabajamos con el resto de la comunidad educativa en el proyecto común de una Ley Educativa de tod@s y para tod@s en el que el protagonista real de todo el proceso sea el alumnado y la comunidad educativa, y no la ideología neoliberal dominante al servicio de un mercado precarizado y un modelo de sociedad injusta y desigual”.
Enrique Díez adelanta que “trabajaremos para que este decreto se quede en nada tras las nuevas elecciones generales de junio, exigiendo a todos los partidos que se comprometieron a derogar la LOMCE que cumplan ahora sí su compromiso”.
Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, denuncia el “maquillaje electoralista” puesto en marcha por el Gobierno en funciones del PP con las reválidas que contempla la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) para “mantener en la práctica la filosofía segregadora de esta contrarreforma educativa”.
Enrique Díez, coordinador de este área de IU, advierte de que “frente a las ocho comunidades autónomas ‘insumisas’ a la LOMCE y ante el rechazo mayoritario de la comunidad educativa y de los expertos, el partido de Mariano Rajoy opta por ponerse en modo electoral y simular que recula en este delicado asunto”.
“Esta maniobra electoral -detalla el dirigente de IU- contempla tratar de conseguir un futuro pacto neoliberal con los conservadores de Ciudadanos, todo ello sin cambiar en nada el fondo de la LOMCE, en la que sigue primando los contenidos segregadores, excluyentes y competitivos”.
Para Izquierda Unida el hecho de que el ministro Méndez de Vigo y su equipo “planteen ahora que las reválidas pierdan parte de su carácter centralista y uniformizador, además de aceptar no hacer públicos sus resultados, no significa que haya variado la filosofía que anima este tipo de pruebas. Es falso que con estas pruebas estandarizadas y su control burocrático de las prácticas escolares y la profesión docente se vayan a ‘elevar’ los resultados educativos. En realidad sólo sirven para fomentar un aprendizaje memorístico y descontextualizado, que es el único que logran medir”.
Enrique Díez apostilla que “las reválidas buscan en última instancia identificar, etiquetar y seleccionar al alumnado que tiene problemas de aprendizaje de cara a su futura selección definitiva en la secundaria. En ello influye el recorte de apoyos y recursos que acompaña a la LOMCE, cifrado ya en cerca de 8.000 millones de euros”.
Las reválidas son parte esencial del modelo educativo neoliberal, tecnocrático y conservador, centrado en pruebas estandarizadas, que ha sido importado acríticamente en nuestro país. Esto se hace cuando tanto en diversos países europeos como en EE.UU se cuestiona su utilidad porque no suponen ninguna mejora de los resultados.
El coordinador del Área de Educación de IU valora que “las investigaciones demuestran que a pesar de los recursos invertidos en este tipo de evaluaciones estandarizadas no hay mejoría consistente y significativa de los resultados escolares en los campos o aspectos evaluados. Por el contrario, se ven efectos negativos y múltiples debilidades técnicas, ya que sólo tienen en cuenta lo que el alumnado aprende en el momento de realizarlas”.
El problema añadido, como denuncian múltiples profesionales de la educación, son los efectos negativos colaterales de estas evaluaciones estandarizadas: a) la deslegitimación de la función docente y la desconfianza hacia el profesorado que tiene contacto directo con el alumnado, pues se recurre a otros profesionales; b) la degradación de contenidos: se acaba estudiando lo que se somete a examen, y se centra el tiempo y los esfuerzos docentes en preparar tales exámenes; c) el coste económico para el sistema, tan alto como inútil, por la realización de múltiples pruebas externas; además del coste para las familias del alumnado que haya suspendido, cuando tengan que pagar academias para repetir la reválida; d) la publicidad de estas pruebas convierte la evaluación en un mecanismo de competición entre centros y no de cooperación, y en un dispositivo de clasificación y segregación del alumnado y los centros escolares.
Desde el Área de Educación de Izquierda Unida “apostamos por otra Educación posible y trabajamos con el resto de la comunidad educativa en el proyecto común de una Ley Educativa de tod@s y para tod@s en el que el protagonista real de todo el proceso sea el alumnado y la comunidad educativa, y no la ideología neoliberal dominante al servicio de un mercado precarizado y un modelo de sociedad injusta y desigual”.
Enrique Díez adelanta que “trabajaremos para que este decreto se quede en nada tras las nuevas elecciones generales de junio, exigiendo a todos los partidos que se comprometieron a derogar la LOMCE que cumplan ahora sí su compromiso”.