Enrique Díez, coordinador federal del Área de Educación, advierte de la “deriva que se está produciendo desde hace tiempo en la gestión de esta institución de la mano del Gobierno del PP, por lo que exigimos una reorientación de la política educativa en su gestión, así como la inmediata suspensión de ésta u otras reuniones similares que se puedan idear de cara al futuro”
Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, denuncia el “despilfarro de dinero público” que se está produciendo con la reunión de directores del Instituto Cervantes que tiene lugar en Málaga desde el pasado domingo y hasta el próximo día 27 de este mes de julio. Para esta formación, “este derroche de dinero resulta aún más grave teniendo en cuenta las cada vez más acuciantes carencias, tanto de personal como de medios materiales, que arrastra esta institución desde hace años”.
Para Enrique Díez, coordinador federal del Área de Educación, “si nos atenemos al programa previsto para este encuentro, no parece que ayude en nada a mejorar la calidad de las prestaciones que ofrecen los distintos centros desplegados a nivel internacional al alumnado, a hispanistas y a todos los que se interesan por nuestra lengua y cultura”.
Díez se pregunta “cómo es posible que los máximos responsables del Instituto Cervantes decidan dedicar una parte importante del presupuesto del plan de formación a reuniones de estas características, con el gasto que conlleva en viajes, alojamiento y dietas, mientras imponen brutales planes de austeridad a todo su personal. Ello incluye incluso eliminar la formación presencial que se hacía en sede para las distintas categorías profesionales de su personal en el exterior”.
Izquierda Unida resalta que ‘eventos’ así se suceden “tras años de recorte de plantillas y mientras aumenta la presión a trabajadores y trabajadoras del Instituto, con un incremento también del estrés laboral que soportan, al aumentar sus responsabilidades sin que les faciliten los medios para ello”.
Izquierda Unida resalta que ‘eventos’ así se suceden “tras años de recorte de plantillas y mientras aumenta la presión a trabajadores y trabajadoras del Instituto, con un incremento también del estrés laboral que soportan, al aumentar sus responsabilidades sin que les faciliten los medios para ello”.
“Además -sostiene Enrique Díez-, la dirección del Instituto Cervantes ha decidido mantener esta ‘singular’ reunión anual sin tener en cuenta el rechazo de la representación sindical de sede y centros, con lo que se mantiene un agasajo a los directores como si de un ‘encuentro de ejecutivos de una multinacional’ se tratara, mientras el profesorado soporta cada vez más presión”.
Como denuncian los propios representantes del profesorado, el Instituto Cervantes no ha dudado en aplicar como fórmula para conseguir cada vez más recursos económicos un aumento del número de convocatorias de los DELE (Diplomas de Español como Lengua Extranjera) y, en consecuencia, del número de candidatos a examinar, así como en introducir el SIELE (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española) y las pruebas para la obtención de la nacionalidad española. Por el contrario, para tratar de ahorrar aún más en los costes, planifica la atribución de nuevas funciones al profesorado, como la calificación de las pruebas escritas de los exámenes DELE, lo que ya se ha ejecutado a modo de prueba. Una vez más se carga a trabajadores y trabajadoras con el peso de sus políticas económicas.
Ante la deriva que se está produciendo desde hace tiempo en la gestión del Instituto Cervantes de la mano del Gobierno del Partido Popular, desde el Área Federal de Educación de Izquierda Unida se exige la “reorientación de la política educativa en la gestión de dicho Instituto, así como la inmediata suspensión de ésta u otras reuniones similares que se puedan idear de cara al futuro”.
“Sólo con un giro importante en las políticas que se aplican -señala Enrique Díez- se podrá hacer frente a las cada vez más graves exigencias para elevar el índice de autofinanciación de los centros y sus indicadores de actividad, mientras se pasa por encima de las notables carencias de recursos humanos y materiales que se van agravando año tras año. No es de recibo que se cite a los directores del Instituto en reuniones en la costa y que luego se pregone la austeridad como lema para trabajadores y las trabajadoras. Estos/as sí que siguen profundamente comprometidos con la institución y tratan de impedir por todos los medios el deterioro de los servicios, al tiempo que procuran preservar la calidad de todos los proyectos”.