El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de IU señala que “junto a esta realidad, nos preocupa especialmente que el mercado laboral consolida en nuestros país características que se están transformado en endémicas y que resultan muy negativas para conseguir mejorar la contratación en el futuro”
El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, considera que “el descenso del paro que señala la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre de 2017 no puede ocultar la gravedad de la permanente precariedad que arrastra la contratación laboral en nuestro país, alentada de forma deliberada desde el primer momento por el Gobierno de Mariano Rajoy”.
Para García Rubio, “es positivo que el desempleo descienda en 340.700 personas en este periodo, pero el triunfalismo del PP en absoluto sirve para tapar que se debe, esencialmente, al aumento cuantitativo del número de contratos de corta duración y de escasa o nula calidad. Las personas paradas quedan por debajo de los cuatro millones de personas, lo que representa el 17,22% de la población activa, pero hay que advertir de que sigue siendo escaso el aumento de horas de trabajo totales. Es decir, hay más contratos, pero no más trabajo. Comparativamente se ha creado menos empleo que en 2014 y 2015”.
“Junto a esta realidad -avisa el dirigente federal de IU-, nuestra principal preocupación va dirigida al hecho constatado de que el mercado laboral consolida en nuestros país características que se están transformado en endémicas y que resultan muy negativas para conseguir mejorar la contratación en el futuro”.
Apunta que “ello es consecuencia de la reforma laboral impuesta por el PP y en vigor desde 2012”, lo que deriva en que “la precariedad no deja de acentuarse, los contratos tienen una duración más corta y la experiencia es de un encadenamiento intermitente de contratos”.
García Rubio detalla que “vemos también cómo las consecuencias sociales más graves de la política laboral del Gobierno del PP siguen presentes: el número de hogares con todos sus miembros activos en paro supero los 1,2 millones (en concreto 1.277.600), con todas las consecuencias que acarrea para millones de personas de su entorno, teniendo en cuenta, además, que 318.700 de esos hogares son unipersonales, con una especial afectación sobre las mujeres”.
Advierte también de que “nos preocupa especialmente que el empleo se crea en los mismos sectores de siempre: servicios y turismo, y especialmente en periodos vacacionales y en verano. No existe una transformación en la calidad de un modelo productivo que sigue siendo perverso y que ha sido la causa de la situación en la que nos encontramos desde el inicio de la crisis”.