La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha acusado este martes a la Comisión Europea y al Consejo Europeo de “estar abanderando las políticas xenófobas de la extrema derecha” con su propuesta de sustituir Frontex por la nueva Agencia de Guardia de Fronteras y Costas. Un organismo que, tal y como ha explicado la eurodiputada, podrá intervenir en los Estados miembros sin su consentimiento y cuya puesta en marcha ha sido cuestionada por la Defensora del Pueblo europea por no respetar la legislación internacional en materia de acogida y asilo.
En una intervención durante el pleno que se desarrolla esta semana en Estrasburgo, Albiol ha denunciado que en lo que va de 2016 ya han muerto 2.920 personas en el Mediterráneo y el Egeo según las cifras de la Organización Internacional de las Migraciones. “Otras muchas han sido deportadas a Turquía o gaseadas en las fronteras, y lejos de tomar las medidas necesarias para atajar esta tragedia”, como abrir vías legales y seguras para llegar a Europa, hacer visados humanitarios y, sobre todo, cumplir con la legislación internacional, “la propuesta estrella del Consejo y de la Comisión Europea es sustituir Frontex por una nueva agencia”.
La portavoz de IU ha alertado de que esta nueva Agencia de Guardia de Fronteras y Costas, diseñada en tiempo récord por la Comisión Europea como respuesta de la UE ante la llegada de cientos de miles de refugiados a Grecia, “podrá intervenir en los diferentes Estados miembros para blindar fronteras, incluso sin el consentimiento de estos Estados” y servirá para “criminalizar a las personas migrantes”, ya que entre sus atribuciones estarán la “recogida de huellas dactilares” y el “cruce de datos personales” con otros organismos como Europol. “Los tratan como si fueran delincuentes”, ha criticado.
Para Albiol, sin embargo, no hay dudas de que la nueva Agencia será, “en realidad, una agencia de deportación para devolver a las bombas y al hambre a quien ose poner un pie en Europa”. Así, la eurodiputada de IU ha alertado de que este organismo no vaya a responder “a ninguna autoridad política democráticamente electa” y se ha quejado de “la falta de transparencia y de control sobre el respeto a los derechos humanos”.
Esta Agencia, al fin y al cabo, ha dicho Albiol, “no es más que una nueva pieza de estas políticas racistas que ya lleva practicando la UE demasiado tiempo: Parece que ustedes han decidido que la mejor manera de parar el auge electoral de la extrema derecha es abanderar ustedes mismos las políticas xenófobas”.