El máximo responsable de IU señaló que el encuentro con “el ciudadano Felipe de Borbón”, como suele llamarle, se ha desarrollado “en un tono de cordialidad y de respeto institucional”, igual que las otras tres reuniones que han tenido ocasión de mantener en lo que va de año, todas ellas en el marco de la ronda de contactos del monarca con responsables de las formaciones parlamentarias para designar un candidato a la investidura.
Insistió en transmitir su sensación de que “el PP, el PSOE y Ciudadanos juegan una partida de póquer en la que los tres dan por hecho que gobernará Rajoy”, pero ninguna de las dos últimas de estas formaciones quiere “asumir el coste de permitirlo” y pretenden “externalizarlo”.
Para Garzón, este juego acabará cuando el PSOE y Ciudadanos “enseñen sus cartas” y muestren sus “intenciones reales”, con lo cual la democracia podrá seguir su curso sin un gobierno permanentemente en funciones que, además, “no rinde cuentas” ante el Parlamento.
Para variar radicalmente esta situación, el coordinador federal ofreció a los socialistas los escaños con que cuenta Izquierda Unida en el Congreso como “potenciales aliados” para “explorar, para negociar y para mediar” ante la posibilidad de un gobierno alternativo al del PP, para el que “los números dan”, dijo.
Reconoció, no obstante, como requisito imprescindible que el partido que lidera Pedro Sánchez esté dispuesto a recorrer ese camino, aunque de momento no haya mostrado ninguna voluntad política de querer hacerlo. Recordó también que la principal diferencia con lo ocurrido tras las elecciones de diciembre de 2015 es que “el PSOE intentó entonces una vía alternativa. Ahora dice que quiere ser oposición, lo que implica que no desea formar gobierno”.
