La deportación de personas constituyen un crimen de lesa humanidad, según el Código Penal español (art. 607 bis) y el Tratado de Roma (art)
La querella, de 140 páginas, se presenta después de que la UE haya practicado en apenas dos días más de 200 deportaciones
Alberto Garzón, junto a la eurodiputada Marina Albiol, afirma que “nos avergüenza que la UE maltrate no sólo a las víctimas del terrorismo, sino a aquellas personas que son pobres”.
El portavoz parlamentario de Izquierda Unida-Unidad Popular (IU-UP), Alberto Garzón, y la portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, han registrado en el Tribunal Supremo (TS) una querella contra el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, por delitos de lesa humanidad, tras la firma del “contrato” de la Unión Europea (UE) con Turquía para la deportación de refugiados el pasado 18 de marzo.
“El acuerdo entre la UE y Turquía es un contrato mercantil mediante el que los gobernantes europeos establecen una nueva mercancía: el ser humano”, ha denunciado Garzón en declaraciones a los medios en la puerta del Supremo. Añadió que desde las más altas instancias europeas, con el respaldo del Gobierno en funciones español, se está “maltratando a esa mercancía”, al tiempo que se utiliza como “matón” a Turquía, cuyas autoridades “vulneran los derechos humanos, en un Estado que no es seguro y que está denunciado por todo tipo de complicidad, incluso con el terrorismo”.
La querella, de 140 páginas, se presenta después de que la UE haya practicado en apenas dos días más de 200 deportaciones. La documentación presentada en el Tribunal Supremo -órgano competente para este tipo de acciones en función de contra quién va dirigida- pone en evidencia que estos traslados forzosos masivos y la deportación de personas constituyen un crimen de lesa humanidad, según el Código Penal español (art. 607 bis) y el Tratado de Roma (art. 7), entre otros.
En los últimos 15 años el Estado español ha sido uno de los principales ‘laboratorios de ensayo’ de estas prácticas en Europa, mediante la externalización de fronteras. En este sentido, Garzón ha apuntado directamente a Marruecos, encargado de “hacer el trabajo sucio” y frenar la inmigración procedente del resto de África sin las garantías necesarias para las personas migrantes y solicitantes de asilo.
El diputado de IU aseguró, además, que eso mismo “se está exportando ahora mismo” a otra parte de Europa, para que “sencillamente las sociedades europeas no quieran ver lo que está sucediendo en las fronteras”.
No obstante, el portavoz de IU-UP en el Congreso ha afirmado que el mayor problema ante el que nos enfrentamos es el clasismo: “Nos avergüenza -advirtió- que la Unión Europea maltrate no sólo a las víctimas del terrorismo, sino a aquellas personas que son pobres”, al tiempo que los Estados que la componen no tienen problemas para acoger a personas con alto poder adquisitivo.
Alberto Garzón destacó la grave contradicción que supone que mientras miles de personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo en los últimos meses al tratar de llegar a Europa para huir de la guerra, la UE era “incapaz” de lograr un acuerdo para acogerles; mientras, “no han tardado mucho en coordinarse, ofreciendo buques y fragatas, para poner en marcha un proceso de deportación masiva que nos recuerda a tiempos del fascismo en los que se deportaba a la gente por su condición social”.
Junto a esta falta de solidaridad, Garzón y Albiol han denunciado ante el Supremo la vulneración de los principios éticos de la UE respecto a los refugiados. “Quienes tratan de alcanzar la costa europea se encuentran con una falta de solidaridad y de asilo que vulnera todo tipo de principios europeos con los que se debería haber construido la Unión”.
Como consecuencia de ello, “muchos están muriendo en la fosa común en la que se ha convertido el Mediterráneo”. El portavoz de IU-UP en el Congreso puntualizó que “no hay que olvidar que se trata de gente que está huyendo de guerras, en muchas ocasiones, promovidas por países occidentales en el marco de la OTAN y por la industria militar occidental”.
Garzón ha hecho también un llamamiento específico a la opinión pública y al resto de fuerzas políticas: “Esta querella representa a mucha más gente más allá de Izquierda Unida-Unidad Popular; representa un sentir de cómo debería ser la Unión Europea, más comprometida con los Derechos Humanos. Esperamos que se haga justicia”.
“El acuerdo entre la UE y Turquía es un contrato mercantil mediante el que los gobernantes europeos establecen una nueva mercancía: el ser humano”, ha denunciado Garzón en declaraciones a los medios en la puerta del Supremo. Añadió que desde las más altas instancias europeas, con el respaldo del Gobierno en funciones español, se está “maltratando a esa mercancía”, al tiempo que se utiliza como “matón” a Turquía, cuyas autoridades “vulneran los derechos humanos, en un Estado que no es seguro y que está denunciado por todo tipo de complicidad, incluso con el terrorismo”.
La querella, de 140 páginas, se presenta después de que la UE haya practicado en apenas dos días más de 200 deportaciones. La documentación presentada en el Tribunal Supremo -órgano competente para este tipo de acciones en función de contra quién va dirigida- pone en evidencia que estos traslados forzosos masivos y la deportación de personas constituyen un crimen de lesa humanidad, según el Código Penal español (art. 607 bis) y el Tratado de Roma (art. 7), entre otros.
En los últimos 15 años el Estado español ha sido uno de los principales ‘laboratorios de ensayo’ de estas prácticas en Europa, mediante la externalización de fronteras. En este sentido, Garzón ha apuntado directamente a Marruecos, encargado de “hacer el trabajo sucio” y frenar la inmigración procedente del resto de África sin las garantías necesarias para las personas migrantes y solicitantes de asilo.
El diputado de IU aseguró, además, que eso mismo “se está exportando ahora mismo” a otra parte de Europa, para que “sencillamente las sociedades europeas no quieran ver lo que está sucediendo en las fronteras”.
No obstante, el portavoz de IU-UP en el Congreso ha afirmado que el mayor problema ante el que nos enfrentamos es el clasismo: “Nos avergüenza -advirtió- que la Unión Europea maltrate no sólo a las víctimas del terrorismo, sino a aquellas personas que son pobres”, al tiempo que los Estados que la componen no tienen problemas para acoger a personas con alto poder adquisitivo.
Alberto Garzón destacó la grave contradicción que supone que mientras miles de personas han muerto ahogadas en el Mediterráneo en los últimos meses al tratar de llegar a Europa para huir de la guerra, la UE era “incapaz” de lograr un acuerdo para acogerles; mientras, “no han tardado mucho en coordinarse, ofreciendo buques y fragatas, para poner en marcha un proceso de deportación masiva que nos recuerda a tiempos del fascismo en los que se deportaba a la gente por su condición social”.
Junto a esta falta de solidaridad, Garzón y Albiol han denunciado ante el Supremo la vulneración de los principios éticos de la UE respecto a los refugiados. “Quienes tratan de alcanzar la costa europea se encuentran con una falta de solidaridad y de asilo que vulnera todo tipo de principios europeos con los que se debería haber construido la Unión”.
Como consecuencia de ello, “muchos están muriendo en la fosa común en la que se ha convertido el Mediterráneo”. El portavoz de IU-UP en el Congreso puntualizó que “no hay que olvidar que se trata de gente que está huyendo de guerras, en muchas ocasiones, promovidas por países occidentales en el marco de la OTAN y por la industria militar occidental”.
Garzón ha hecho también un llamamiento específico a la opinión pública y al resto de fuerzas políticas: “Esta querella representa a mucha más gente más allá de Izquierda Unida-Unidad Popular; representa un sentir de cómo debería ser la Unión Europea, más comprometida con los Derechos Humanos. Esperamos que se haga justicia”.
Publicado en Mundo Obrero, fundado en 1930. Edición
digital.