El
Área Federal de Mujer de Izquierda Unida valora “positivamente” la aprobación
en Francia de una ley por la abolición de la prostitución. A través del
contenido de esta norma se reconoce a la prostitución como una ‘forma extrema
de violencia de género, de dominación patriarcal y de atentado contra los
Derechos Humanos de las mujeres’, gracias al trabajo de concienciación de las
organizaciones feministas y de la izquierda política francesas.
Amaia
Martínez, coordinadora del Área Federal de Mujer de IU, destaca que “el hecho
de que un país de nuestro entorno como Francia, al igual que ya ha ocurrido en
algunos países nórdicos, apruebe una ley de estas características donde se
penaliza a los compradores de sexo y se prohíbe la compra de actos sexuales supone
un avance sustancial de cara a conseguir la erradicación de esta forma de
explotación y esclavismo sexual en pleno siglo XXI en todos los Estados
europeos”.
Martínez recuerda que “medidas de estas características resultan fundamentales si se tiene en cuenta que el territorio europeo es el destino principal para explotar en él a las mujeres prostituidas, fundamentalmente pobres e inmigrantes”.
La responsable del Área de Mujer de Izquierda Unida constata esta nueva norma francesa “supone un ejemplo a seguir de la lucha decidida contra el proxenetismo y la trata de personas, además de servir de acicate para reforzar los derechos y aumentar los recursos destinados a sus múltiples víctimas”.
“Esperamos -concluye Amaia Martínez- que políticas y legislaciones abolicionistas como ésta se extiendan también en nuestro Estado, además de al conjunto junto de Europa”.
Martínez recuerda que “medidas de estas características resultan fundamentales si se tiene en cuenta que el territorio europeo es el destino principal para explotar en él a las mujeres prostituidas, fundamentalmente pobres e inmigrantes”.
La responsable del Área de Mujer de Izquierda Unida constata esta nueva norma francesa “supone un ejemplo a seguir de la lucha decidida contra el proxenetismo y la trata de personas, además de servir de acicate para reforzar los derechos y aumentar los recursos destinados a sus múltiples víctimas”.
“Esperamos -concluye Amaia Martínez- que políticas y legislaciones abolicionistas como ésta se extiendan también en nuestro Estado, además de al conjunto junto de Europa”.