El coordinador federal de IU señala como líneas fundamentales para intensificar en los próximos meses “el elemento ecologista, el feminista y profundizar en la democracia radical” para “fortalecer la organización y contribuir a cumplir los objetivos planteados” por este proyecto político independiente
El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha fijado como uno de los objetivos principales que desarrollará la organización en los próximos meses “organizar a esos sectores de la población que no están siendo beneficiados por la recuperación económica, a la gente que sigue sufriendo la crisis y que no está entre las minorías a las que se ha ayudado en los rescates o que, incluso, se han enriquecido” en estos años, para hacer frente así al recrudecimiento de las políticas injustas del Gobierno de Mariano Rajoy y al “enquistamiento” de sus consecuencias.
Del mismo modo, Garzón fijó en una rueda de prensa ofrecida en la sede federal de IU como líneas fundamentales para intensificar en este periodo “el elemento ecologista, el feminista y profundizar en la democracia radical” como forma de “fortalecer la organización y contribuir a cumplir los objetivos planteados” por este proyecto político independiente.
El máximo responsable de esta formación de izquierda alternativa expuso de manera sucinta en este encuentro con periodistas estas prioridades, al tiempo que adelantó que llevará a la reunión de la próxima Coordinadora Federal de IU -órgano de dirección ejecutivo- del próximo día 23 un documento impulsado por él mismo para “plantear decisiones de cómo responder a los nuevos interrogantes políticos” planteados este año.
Garzón destacó que la formación federal que coordina parte del análisis de que “vivimos en una sociedad que aparentemente parece recuperarse de la crisis, a la vista de los indicadores macroeconómicos, pero la realidad es que eso no llega a amplias capas de población”. Por el contrario, “lo que pasa es que se consolida la precariedad y se polariza a la población”, mientras cada vez se amplía más la desigualdad entre la ciudadanía.
Puso como imagen para ilustrar esta denuncia que “la calidad de la mayor parte del empleo que se crea es insuficiente, no ya para una vida digna, sino para sobrevivir”, por lo que tener un trabajo ya no sirve para emprender un proyecto de vida.
El coordinador federal y portavoz parlamentario de IU utilizó otro reciente ejemplo -la comparecencia extraordinaria en el Congreso del pasado miércoles de la ministra de Empleo, Fátima Báñez- para rechazar la “propaganda” y las “exageraciones y mentiras” con las que el Ejecutivo de Rajoy interpreta los datos económicos, mientras el Gobierno del PP “agrava” la situación con sus políticas neoliberales.
De ahí que IU apueste por buscar organizar a los afectados para impedir que “se consolide la precariedad y ver si somos capaces de armar esa alternativa”, entre otras citas próximas para responder a los próximos Presupuestos Generales del Estado que debe llevar el PP al Congreso y ver “si son una solución o agravan” lo que está pasando.
“Si no somos capaces de organizarnos -concretó- se perpetuará el PP en el poder y Rajoy seguirá siendo presidente para desgracia de la población trabajadora”.
En cuanto a los tres “ejes” concretos a desarrollar a medio plazo explicó, en primer lugar, la importancia del “elemento ecologista” que, más allá de que “el capitalismo esté destrozando un planeta que necesitamos para vivir como especie”, es algo que cada vez percibe más la sociedad, como ha pasado este verano en nuestro propio país “con la sequía, el calor, además de un modelo productivo que no sirve para revertir los destrozos medioambientales”.
A continuación, sobre el “elemento feminista”, destacó el respaldo popular que han tenido en los últimos meses las grandes movilizaciones que han partido de él, del que aseguró que es un “elemento central de la nueva sociedad que queremos construir”, para que sea “más igualitaria y más justa”.
Alberto Garzón desarrolló también como tercer pilar del proyecto de IU el “profundizar en la democracia radical” a nivel interno, que se verá en la próxima implantación de los revocatorios. Esto servirá para que haya un “hilo más cercano con la militancia”, así como para que ésta tome más decisiones, con la idea de que “muchas cabezas piensan mejor que unas pocas”.
La intención última es que Izquierda Unida sea cada vez más una organización “democrática, horizontal, transversal y que sirva como un elemento útil para la movilización”.
