El portavoz parlamentario de IU desmonta las mentiras de la ministra de Empleo sobre la recuperación efectiva del mercado de trabajo y expone que “es verdad que hay más ocupados que en 2012, pero muchos menos que en 2008, pero también es verdad que hay 18 millones de horas menos trabajadas a la semana, es una regla de tres: hay más ocupados, hay menos horas trabajadas, lo que significa que hay menos horas, menos salarios y más precariedad”
El portavoz parlamentario y coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha colocado (13/07/2017) a Fátima Báñez bajo el espejo de las contradicciones y mentiras del Gobierno del PP sobre el alcance y la efectividad de la recuperación económica y, más en concreto, del mercado de trabajo. Garzón comparó la política de empleo de la ministra del ramo con la figura del ‘manijero’. “Usted es andaluza -aseguró en el Pleno del Congreso- y conoce a aquel capataz que atendía a la gente que quería trabajar y que decía ‘Tú tienes trabajo, tú no lo tienes’, y con suerte al día siguiente podías jugar otra vez a esa apuesta. Usted lo que está haciendo con sus políticas es convertir al ‘manijero’, ahora llamado ‘mano invisible’, en una crisis permanente de la clase trabajadora y de la gente. Ese es su modelo y es evitable”.
El máximo responsable de IU exhortó a la ministra de Empleo y Seguridad Social de Mariano Rajoy durante la sesión de control al Gobierno a cambiar sus políticas en esta materia y dejarse de falsos triunfalismos “porque tienen la capacidad de hacerlo”. En un tono muy tranquilo, indicó que “no le presumo ningún tipo de maldad al Gobierno, ni mucho menos, sólo creo que ponen el enfoque y los intereses en lugares diferentes a los que hacemos otros”.
Para ilustrar su exposición, el también portavoz de Economía de Unidos Podemos tiró de las cifras facilitadas por el propio Ejecutivo de la derecha y se las expuso una tras otra a Báñez. “Usted el 27 de agosto -soltó en primer lugar- dijo aquí en el Congreso que el empleo que se crea es de mejor calidad que el empleo que se fue. Tuvo mala suerte porque apenas unos días después, el 31, se destruyeron más de 266.000 empleos en ese día. No es una cifra cualquiera, es la cifra más alta de destrucción de empleo en un solo día a lo largo de la historia de España”.
“Su negación de la precariedad es sorprendente, sobre todo atendiendo a sus propios datos”, reprochó a la ministra, antes de lanzarle otra andanada de datos irrefutables. “Es verdad que hay más ocupados que en 2012, pero muchos menos que en 2008. Pero también es verdad que hay 18 millones de horas menos trabajadas a la semana, es una regla de tres: hay más ocupados, hay menos horas trabajadas, lo que significa que hay menos horas, menos salarios y más precariedad. Eso no se puede negar, es una cuestión meramente aritmética”.
No obstante, Garzón buscó personalizar más su análisis, porque “esto no son números, son personas”, dijo, e interpeló directamente a Fátima Báñez si con el tipo de trabajo que se crea “¿podría usted tomar decisiones como tener una familia, tener descendencia, comprar una casa o irse de vacaciones?”
Argumentó esta imposibilidad al detallar que “en julio de 2007 la duración media de un contrato era de 73 días; en julio de 2017 es de 49 días, eso es mayor precariedad. Le pregunto a usted si con un contrato de 50 días podría llegar a fin de mes. Es una media, 50 días, y como media sabe usted que uno de cada cuatro contratos son de menos de siete días de duración”.
Alberto Garzón indicó para zanjar su análisis que todo ello “es la consecuencia de un modelo, y ese modelo va más allá de los deseos individuales de los trabajadores; es un modelo impulsado y promovido por un determinado Gobierno, el suyo. Es el modelo de la precariedad, de los bajos salarios y de un modelo productivo basado en la estacionalidad y en el bajo valor añadido”.