"El Estado utiliza la represión para generar miedo, paralizar la movilización y criminalizarla". Entrevista a Elena Ortega, madre de Alfon.

“La solidaridad es fundamental, porque somos gente obrera y todo esto tiene un coste económico y personal muy fuerte que no lo podemos soportar a solas”


Mundo Obrero: El día que Alfon entraba a la cárcel quiso hacer un acto reivindicativo, ¿qué le llevo a eso?
Elena Ortega:
El motivo es que todo el proceso ha sido una injusticia total pero también la detención fue incluso ilegal, injusta porque el Tribunal Supremo ratifica en junio la sentencia de la audiencia provincial de enero de 2015, e inmediatamente le ponen en busca captura. No le dan la opción a la Audiencia Provincial, como es su función, de avisar por carta o telegrama al condenado para decirle que en una semana o dos se presente en una prisión. Ni siquiera eso, le ponen desde el minuto cero en búsqueda y captura. El estaba viviendo en Cataluña, en pareja, trabajando… y tiene que venirse inmediatamente procurando que no le detengan. Entonces todos sus compañeros de lucha y colectivos que forman parte de la plataforma por su libertad, que se creó cuando su detención en la huelga, decidieron que había que convertir su detención en una acción y que se entregase para que no fuese algo oscuro, a solas y en casa, y poder convertirlo en un acto reivindicativo como había sido toda la lucha por una detención y condena injusta.

M.O.: ¿Crees que la detención injusta de Alfon es una forma del régimen de intentar amedrentar a otros jóvenes para que no luchen, como para decir, cuidado, no luchéis que os va a pasar como a Alfon?
E.O.:
Claro, el Estado utiliza la represión y sus cuerpos represivos y sus multas, sanciones, todo el aparato represivo y sus medios de comunicación para generar miedo, paralizar la movilización y criminalizarla. Yo ahora lo oigo muchas veces, las madres cuando sus hijos o hijas van a salir de casa a una movilización o una huelga general le dicen ten cuidado no te vaya a pasar lo de Alfon. Entonces, es ese mensaje el que ellos nos quieren transmitir; si perteneces a grupos que se rebelan contra el sistema capitalista, que son antifascistas, que estás organizado, que combates las injusticias y luchas por la justicia social en este país y en todos los países, va a ser la respuesta que las democracias burguesas y los países capitalistas van a dar.

M.O.: Ahora mismo él está en un régimen FIES, ¿qué consecuencias tiene para él? ¿Os influye a vosotros?
E.O.:
El régimen FIES, y es algo que han dicho otros presos políticos que llevan sufriendo muchos años, es una cárcel dentro de la cárcel. El servicio de seguridad de la cárcel tiene una especial atención a los presos que están en este régimen. El régimen FIES que se le ha aplicado a Alfonso no tiene ningún sentido excepto el de seguir haciéndonos daño a su entorno, a su familia y a la gente que le queremos y necesitamos comunicarnos con él, porque le han aplicado el FIES 3BA, que es el de banda armada, y en la sentencia condenatoria en ningún momento aparece que pertenezca a ninguna banda armada, por lo que ni siquiera están respetando sus propias normativas y reglamento.


Claro que influye. En los dos meses que ha estado sin que se le aplicara el régimen FIES en Soto del Real -porque ahora ha sido trasladado a otra cárcel, a Navalcarnero-, podía recibir hasta 10 ó 12 cartas diarias, además a los 4 días de escribirle una carta la recibía, ahora son 2 las únicas que él puede sacar fuera y recibir a la semana. Además le llegan con un mes de retraso, porque tienen que ser fotocopiadas e intervenidas y van todas con un sello indicando que ha sido intervenida. Lo mismo pasa con las comunicaciones orales, si antes hacía dos llamadas telefónicas diarias, ahora solo tiene derecho a una llamada al día de cinco minutos y las comunicaciones por locutorio también son grabadas.

M.O.: ¿Nosotros qué podemos hacer, cuál es el mejor apoyo que le podemos dar desde fuera?
E.O.:
Pues está por un lado el apoyo de su entorno más cercano de amigos, familiares, etc. Y que a él, como a cualquier otro preso, no le falten sus visitas, que no le falte su peculio, que es el dinero que se le ingresa todas las semanas, y que no le falte su correspondencia y paquetes, aunque también tenemos problemas con los paquetes porque son vigilados, le sacan fotos o incluso algún libro se lo quitan.

Al mismo tiempo, a nivel general, pues lo que tenemos que hacer con toda la gente que está represaliada por participar en las protestas sociales y en las huelgas generales: hacer actos de apoyo, de solidaridad, iniciativas políticas, todo lo que se nos ocurra que haga que no caigan en el olvido ni en el silencio.

M.O.: Muchos te consideramos una madre luchadora porque estás recorriendo toda España para poder explicar la verdad, que tu hijo está en la cárcel por una condena injusta. ¿Cómo te sientes tú? ¿Cómo afrontas todo este tiempo desde que condenaron y detuvieron a Alfon?
E.O.:
Nosotros desde un primer momento asumimos un compromiso de lucha y asumimos que queríamos hacer lo que hemos hecho, dar la cara. Él también lo ha hecho el tiempo que estuvo fuera. Dar la cara y denunciar todas las irregularidades que se comenten en este Estado, toda la impunidad, toda la corrupción. Nosotras desde Madres contra la Represión vamos siempre a comisaría cuando hay detenciones, vamos a las puertas de los juzgados cuando tienen que ir a declarar, vamos a los juicios, hemos ido a visitar presos de otras operaciones que ha habido en estos años. Lo que sí nos gustaría es que hubiese mayor implicación de otras madres y que el Estado no consiguiese asustarlas y amedrentarlas, sino que entendiesen que a sus hijos y a sus hijas no les ha quedado otro remedio que ponerse al frente de la lucha porque les han robado el futuro, pero no sólo el futuro sino también el presente.

Ahora mismo nuestros hijos e hijas no pueden estudiar una carrera universitaria, no pueden tener un trabajo digno que les permita independizarse y tener una vivienda, no se pueden plantear tener hijos, lo que le están haciendo a nuestros hijos e hijas es lo suficientemente grave como para que nosotras decidamos salir a la calle con ellos. Nosotras se lo decimos a muchas madres, no tengas miedo y vete a la calle con tu hijo e hija a las manifestaciones y te vas a dar cuenta que no están haciendo nada peligroso ni está delinquiendo, es todo lo contrario, la policía los identifica, los ataca, como se vio en el 22-M en el 25-S, como se puede comprobar cuando estás en la calle. Pero claro, si te quedas en casa y te crees lo que cuentan los medios de comunicación, la TV, es que en la calle hay unos anti sistemas radicales y violentas/os que van a generar muchas cosas. Y no es así, cuando sales a la calle ves que hay gente luchando por una vivienda, por un trabajo digno, por una educación, por una sanidad pública. Y eso es lo que tenemos que hacer, además se está demostrando que en los sitios donde hay luchas está habiendo consecuencias políticas. Está pasando en Cataluña, en Asturies, en Galiza, etc. Donde las luchas están siendo fuertes, la gente se empodera y el poder popular es al final el que tiene que salir, tenemos que auto gestionar nuestras vidas y organizarlas y echar a esta gentuza; que dejen ya de destrozarnos la vida.

M.O.: ¿Qué recomendarías a los jóvenes que estamos en la lucha y que queremos reivindicar nuestro presente y nuestro futuro?
E.O.:
Madres contra la Represión siempre hacemos esta recomendación, hay que estar organizados, es importante. Elije tú dónde quieres estar organizado, pero la tomas de decisiones deben de ser en asambleas, reuniones. Hay que salir con acuerdos en común, hay que ir a las manifestaciones y a las protestas acompañados, cuando les detengan y vayan a comisaría que bajo ningún concepto declaren nada ni firmen nada hasta que no haya un abogado. Siempre que sales a la calle y hay una lucha social tienes que llevar ya pensado o apuntado el abogado o abogada que vas a llamar para que te asista porque es muy peligroso que te quedes desasistido legalmente. Sobre todo, que no se olviden que la solidaridad es fundamental, que no se olviden de los compañeros y compañeras represaliados porque somos gente obrera y todo esto tiene un coste económico y personal muy fuerte que no lo podemos soportar a solas.


Publicado en el Nº 294 de la edición impresa de Mundo Obrero marzo 2016