"En general, la producción y los precios de los productos de EEUU aumentarían. Para la UE, el incremento de las importaciones conllevaría una caída en el precio de sus productos", dice el documento.
El eurodiputado socialista belga Marc Tarabella, el primero en acceder al informe, pide a la Comisión el fin de las negociaciones.
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A lo largo de sus casi 40 páginas, el estudio, Agricultura en el TTIP: aranceles, cuotas arancelarias y medidas no arancelarias, deja entrever qué parte gana: "En general, las ganancias bilaterales y las exportaciones netas con el TTIP llevan a aumentar la producción agrícola en EEUU. El aumento de las exportaciones agrícolas también conduce a un aumento de precios agrícolas. Pero para la UE, el aumento de las importaciones conlleva un descenso de los precios agrícolas".
El eurodiputado y portavoz de los socialistas belgas en el Parlamento Europeo, Marc Tarabella, fue el primero en acceder al estudio a mediados de diciembre. En una carta enviada el lunes al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, Tarabella pide ahora una reacción de las instituciones al informe pero también finiquitar las conversaciones, y con ellas, el TTIP. "Por boca de los propios norteamericanos, los europeos no tenemos mucho que ganar. Este estudio viene a decirnos que debemos cesar las negociaciones con EEUU para no sacrificar ni la agricultura ni la ciudadanía europeas", dice.
El Partido Socialista belga, junto con sus colegas franceses, votó en contra del informe de opinión del TTIP en julio provocando un cisma en la bancada socialista del Parlamento Europeo.
El Partido Socialista belga, junto con sus colegas franceses, votó en contra del informe de opinión del TTIP en julio provocando un cisma en la bancada socialista del Parlamento Europeo.
Tres escenarios
El Departamento de Agricultura de EEUU utiliza tres modelos de simulación "para medir los efectos del TTIP en tres escenarios". El primero es el de eliminar las restricciones arancelarias y las cuotas conservando cierto grado de protección en cada lado. Con él, las exportaciones estadounidenses aumentarían (según un cálculo a partir de datos de 2011) 5.500 millones de dólares, siete veces más que en el lado europeo (800 millones). "Las exportaciones agrícolas europeas caerían un 0,25% frente a un aumento de importaciones en la UE del 0,5%", destaca el informe, que apunta a la carne de vacuno y las materias primas como las principales exportaciones de EEUU, frente al aceite vegetal y el queso del lado europeo. "La UE impone aranceles más altos a las importaciones que Estados Unidos, lo que explica los mayores beneficios para EEUU", señala el texto.
El segundo escenario propone la eliminación de todas las barreras, incluidas las "comúnmente impuestas en el comercio agrícola como las medidas sanitarias y fitosanitarias que ayudan a mejorar la seguridad alimentaria pero que suponen barreras técnicas específicas" a las exportaciones. Se trata de barreras no arancelarias que afectan a la carne, los campos de cultivo, las legumbres y verduras, la fruta, entre otros aspectos.Con este segundo simulacro, las exportaciones de EEUU a Europa crecerían hasta casi 10.000 millones de dólares, frente a 2.000 millones para el lado europeo. Para Washington, el producto más exportado en este supuesto sería la carne de cerdo. Para la UE, la fruta y las verduras. "El aumento de las exportaciones bilaterales entre ambas regiones en materias primas y mercancías no comportaría sin embargo un aumento de la producción", advierte no obstante el informe. En términos generales, las importaciones en la UE superarían las exportaciones.
El tercer escenario es el de eliminar una serie de medidas no arancelarias muy limitadas y "podría llevar a los consumidores a optar por productos elaborados domésticamente frente a las importaciones". Aquí el informe no se atreve a dar números concretos pero asegura que "las ganancias por exportación serían mucho más bajas para EEUU y para Europa", dando a entender que los beneficios serían insignificantes.
Para el eurodiputado Marc Tarabella, "las conclusiones son inapelables". "Por una parte, el sector agrícola europeo sería el gran perdedor de este intercambio. Por otro, los europeos podrían sufrir incluso efectos negativos". "Los desequilibrios en cuanto a los beneficios son astronómicos y los precios de los productos estadounidenses irían al alza", denuncia.
Publicado en eldiario.es por:
Periodista de Valladolid afincado en Bruselas muy alejado de Castilla La Vieja. Tras seis años en Madrid, donde pasé por El País y conocí la fundación de Vozpópuli, en 2014 dejé el segundo para instalarme en la capital de la cerveza y de Europa, por este orden. Efímeramente Pau Collantes, recupero mi insípido nombre para informarles de las entrañas que se cocinan en la enorme casquería que es la Unión Europea. Unas entrañas cada vez más ulceradas.