El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida denuncia que “triunfa la precariedad y hay un mero reparto del escaso trabajo existente, es decir, el mismo ‘roscón’ pero con ‘raciones’ más pequeñas para una mayoría, lo que acarrea la creciente figura del ‘trabajador pobre’”
El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, advierte de que los datos del paro del pasado mes de diciembre hechos públicos ayer por los servicios públicos de empleo “no logran ocultar las malas cifras del mercado laboral en su conjunto y que no le llegue a éste como debería el crecimiento económico”.
Para García Rubio, “aunque los datos cuantitativos de nuevos puestos de trabajo en este último mes de 2017 son positivos, con 61.500 contratos más como consecuencia de la campaña navideña, siguen aún muy vigentes las graves consecuencias de la reforma laboral impuesta por el PP, que se ceban en la tremenda precariedad del empleo creado”.
El dirigente federal de IU destaca que “los contratos firmados han sido menos que los correspondientes al mismo mes en 2015 y 2016”. Además, apunta que “esos mismos datos que el Gobierno de Mariano Rajoy airea tan alegremente muestran detalles muy significativos de su absoluta inoperancia para atajar la inadmisible temporalidad de los empleos que se ofrecen y la baja calidad de los mismos”.
“Así -señala-, sólo el 7,9% de los nuevos contratos tiene carácter indefinido, mientras apenas el 60% de ellos lo son a jornada completa. A ello hay que añadir que este último diciembre hubo 47.000 contratos menos que en el mismo mes de un año antes. Mientras, el número de desempleados sigue alcanzando los 3,41 millones de personas al terminar 2017”.
José Antonio García Rubio denuncia que “sobre lo que la ministra Fátima Báñez y todo el Ejecutivo del PP pasan otra vez de puntillas y buscan tapar con su propaganda es que en la práctica se trabajan como media cerca de 40 millones de horas menos. Lo que pasa simplemente es que los contratos maquillan el mercado laboral, pero se produce un mero reparto del escaso trabajo existente entre más personas. Estamos ante el mismo ‘roscón’ pero con ‘raciones’ más pequeñas para una mayoría, lo que acarrea la creciente figura del ‘trabajador pobre’”.
El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida constata también que “el número total de beneficiarios de prestaciones por desempleo sobre el mismo mes de un año antes baja un 4,5%, con lo que se reduce también el dinero destinado a protección de las personas desempleadas, aunque suba ligeramente la proporción sobre el total de parados”.