La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar. Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
Pocos han expresado mejor que Eduardo Galeano el motor de nuestras luchas. Conscientes de un mundo injusto, perseguimos agruparnos quienes sufrimos desigualdad para alcanzar una sociedad libre, democrática y justa.
¡Salud y República!
Felices fiestas, y que 2016 nos acerque un poco más el horizonte de la utopía.