Esther López Barceló, responsable de Memoria Democrática de IU, tilda de “peligro para los valores democráticos” que la Fundación Francisco Franco gestione las visitas al inmueble para hacer apología del dictador.
Izquierda Unida –conjuntamente con En Marea– registrará una iniciativa la próxima semana en el Congreso de los Diputados para que se haga cumplir la Ley de Patrimonio Histórico en el caso del Pazo de Meirás (A Coruña), actualmente en manos de la Fundación Francisco Franco. Entre otros motivos, el artículo 37.3 de la norma protege los bienes culturales ante un posible “uso incompatible con sus valores” y declara que este supuesto es “causa justificativa” para que la Administración competente lleve a cabo su expropiación.
Dado que los valores exaltadores del fascismo son absolutamente contrarios a los establecidos en el actual marco constitucional, IU considera que las administraciones públicas han de velar por la protección adecuada de nuestros bienes culturales desde todos los ámbitos posibles y no incurrir por omisión en la exaltación del fascismo.
“Sería inconcebible que en Alemania siguiera la familia de Hitler ostentando privilegios generados a partir de la usurpación de bienes durante la barbarie nazi y que, además, se permitiera a una organización filofascista realizar visitas guiadas para alabar al genocida. Sin embargo, en España está sucediendo sin que el Gobierno haya movido un dedo para impedir dicha salvajada. Es inconcebible que el pazo siga asociado a la figura del fascista”, ha enfatizado López Barceló.
A través de una iniciativa parlamentaria, IU exigirá su expropiación dado el interés público del inmueble, así como su inmediata disposición para fines culturales una vez sea patrimonio del Estado, poniendo en valor además que el pazo fue residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán, elemento fundamental para resignificar así el propio edificio. La responsable de Memoria Democrática de IU valora la figura de Pardo Bazán, quien fue la primera mujer en presidir la sección de literatura del Ateneo de Madrid (1906) y en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid (1916) además de ser nombrada Consejera de Instrucción Pública por Alfonso XIII (1910).