"Con un crecimiento del PIB claramente superior al 3%, la creación de empleo es mucho menor que en años anteriores en el mismo mes de julio", señala el responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida (IU), José Antonio García Rubio. "El número total de horas trabajadas sigue siendo el mismo que al comienzo de la crisis. Lo que ocurre es que un mismo puesto de trabajo se ha troceado en dos o más contratos precarios"
El responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de Izquierda Unida (IU), José Antonio García Rubio, asegura que los últimos datos de los servicios públicos de empleo –correspondientes al mes de julio y dados a conocer ayer– van “en la misma línea” que los correspondientes a la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados hace una semana: “Los puestos de trabajo que se crean son pocos y malos, y eso confirma que la reforma laboral está consolidando un modelo de relaciones laborales de precariedad”.
“En efecto, con un crecimiento del PIB claramente superior al 3%, la creación de empleo es mucho menor que en años anteriores en el mismo mes de julio”, recuerda García Rubio.
“En este mes de julio se ha creado mucho menos empleo que el año pasado o el anterior, y la afiliación a la Seguridad Social es también inferior. Y hay que tener en cuenta la excelente temporada turística, causa principal de la creación de empleo en verano”, subraya el responsable federal de Empleo y Relaciones Laborales de IU.
“En realidad, si comparamos los datos actuales con la EPA y con recientes estudios sobre el mercado laboral, hay características muy preocupantes: En primer lugar, se hacen contratos de trabajo, pero no se crea empleo. El número total de horas trabajadas sigue siendo el mismo que al comienzo de la crisis. Lo que ocurre es que un mismo puesto de trabajo se ha troceado en dos o más contratos precarios”.
Además, García Rubio señala que la contratación indefinida sigue siendo muy minoritaria: “En julio, de 1,98 millones de contratos sólo el 7,8% han sido indefinidos. Además, gran parte de ellos son de jornada parcial. Esto acentúa la precariedad y evidencia una alta rotación en el trabajo. Tres de cada cuatro contratos se realizan en el sector servicios, lo que pone de relieve un modelo productivo inestable y muy vinculado al turismo, con contratos de baja calidad”.
El responsable de Empleo y Relaciones Laborales critica que los salarios “son muy bajos” y que el fenómeno de los trabajadores pobres es “creciente”: “La masa salarial sigue siendo inferior al comienzo de la crisis y su distribución aún más injusta”.
“Si el Gobierno quiere aumentar los salarios tiene en su mano una herramienta muy útil: subir el salario mínimo de forma efectiva”, concluye García Rubio.