La evidente falta de legitimación para hablar de corrupción deja al PP al margen de cualquier lección sobre esta lacra, ante la inmensidad de casos y la magnitud de algunos de ellos, que no tienen antecedente en la democracia española.
En el probable caso de que se debate en el Parlamento andaluz esta misma semana la creación de una comisión de investigación sobre el caso de los cursos de formación, a falta de conocer los detalles concretos de esta iniciativa de PP y C’s, Izquierda Unida va a estar siempre a favor de la investigación. Para Maíllo, la comisión debe concretar algunos aspectos, tales como la du-ración del período investigado, un ámbito determinado de actuación, que el concepto sea único y la consecución de cuál es la materia investigada.
Cabe recordar que Izquierda Unida ya solicitó una comisión de investigación en el mes de diciembre pasado, que puso nerviosa a la presidenta y que terminó con la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas. Desde entonces no ha cambiado absolutamente nada.
De la misma manera, Antonio Maíllo recordó cómo acabó la comisión de investigación de los ERE, primera comisión tras 17 años en el parlamento y forzada por iniciativa de Izquierda Unida, y cuyas conclusiones no pudieron concretarse ante el más que descarado acuerdo entre PP y PSOE para que no hubiera conclusiones.
Desde la desconfianza en las verdaderas intenciones del PP en esta comisión de investigación, Maíllo insiste en mantener una Comisión Permanente de investigación en el Parlamento andaluz sobre corrupción política, para así dar respuesta ágil y actualizada a la sociedad, sobre los casos que surjan, vinculados a la opacidad o a presuntas prácticas corruptas.
En el probable caso de que se debate en el Parlamento andaluz esta misma semana la creación de una comisión de investigación sobre el caso de los cursos de formación, a falta de conocer los detalles concretos de esta iniciativa de PP y C’s, Izquierda Unida va a estar siempre a favor de la investigación. Para Maíllo, la comisión debe concretar algunos aspectos, tales como la du-ración del período investigado, un ámbito determinado de actuación, que el concepto sea único y la consecución de cuál es la materia investigada.
Cabe recordar que Izquierda Unida ya solicitó una comisión de investigación en el mes de diciembre pasado, que puso nerviosa a la presidenta y que terminó con la convocatoria anticipada de elecciones autonómicas. Desde entonces no ha cambiado absolutamente nada.
De la misma manera, Antonio Maíllo recordó cómo acabó la comisión de investigación de los ERE, primera comisión tras 17 años en el parlamento y forzada por iniciativa de Izquierda Unida, y cuyas conclusiones no pudieron concretarse ante el más que descarado acuerdo entre PP y PSOE para que no hubiera conclusiones.
Desde la desconfianza en las verdaderas intenciones del PP en esta comisión de investigación, Maíllo insiste en mantener una Comisión Permanente de investigación en el Parlamento andaluz sobre corrupción política, para así dar respuesta ágil y actualizada a la sociedad, sobre los casos que surjan, vinculados a la opacidad o a presuntas prácticas corruptas.