Sobre el ecuador de la legislatura. Dos años de los ayuntamientos del cambio

En cada gobierno municipal en el que participa IU son palpables nuestras políticas de ruptura democrática. Somos la llave de la consolidación de los gobiernos del cambio.
 
Según se acerca el ecuador de la legislatura es de obligado cumplimiento parar (pero no mucho) y reflexionar sobre lo que hemos hecho y sobre todo lo que queda por hacer. Los resultados de las elecciones municipales del 2015 hicieron posible que en numerosos municipios Izquierda Unida tenga un papel clave en los gobiernos, ostentando incluso la alcaldía en un importante número de Ayuntamientos.

No es fácil realizar un análisis general, pero resulta evidente que los cambios políticos en los municipios no avanzan todo lo que nos gustaría, aunque sin duda lo hacen. No podemos obviar que, en la mayoría de casos, hemos llegado a instituciones donde el PP ha gozado de mayorías absolutas durante varias legislaturas, incluso décadas, y que eso les ha permitido privatizar prácticamente todo lo que era susceptible de ser privatizado, limitando bastante la capacidad de acción.

Para las gentes de Izquierda Unida la remunicipalización de los servicios públicos no permite debate, lo tenemos clarísimo. La privatización ha sido una constante en todas las administraciones a la que siempre nos hemos opuesto, porque empeora la calidad, encarece la gestión a favor de empresas privadas y precariza las condiciones laborales de los y las trabajadoras.

El PP intentó dejar atado y bien atado el tema de las privatizaciones: primero externalizó, después amortizó puestos de trabajo y finalmente limitó la capacidad de contratar de los Ayuntamientos gracias a la conocida como «Ley Montoro». Aun así, existen diversas fórmulas que han permitido que desde los gobiernos locales estemos trabajando por la remunicipalización de los servicios públicos con todas las dificultades que esto conlleva, entre ellas, el hecho de que no gobernamos en solitario y por desgracia la mayoría de nuestros socios no comparten nuestra prioridad respecto al retorno a la gestión pública de los servicios de una manera directa por la Administración.

Y aquí quiero poner el énfasis en el hecho de que nuestros cargos públicos no se quedan en realizar políticas de gestos, sino que orientamos el trabajo institucional a un proceso de cambio global y apostamos por un trabajo institucional alternativo que propicie los cambios estructurales en la sociedad que consideramos necesarios.

Desde IU siempre hemos insistido en la importancia de la Administración local por ser precisamente la Administración más cercana a la ciudadanía y, además, hemos reivindicado constantemente que ésta debería tener más competencias y sobre todo más financiación. Somos conscientes que los Ayuntamientos son fundamentales para poder avanzar en las políticas que consideramos prioritarias para garantizar unas condiciones de vida digna de la ciudadanía.

Por ello es una evidencia clara que nuestras propuestas como cargos públicos de IU conllevan una marca propia que se distinguen en muchos casos de las propuestas de otras opciones políticas con las que –en muchos casos– hemos de gobernar conjuntamente, entre ellas fundamentalmente la remunicipalización de servicios públicos, pero también nuestra clara apuesta por los procesos participativos municipales para la toma de decisiones; por la igualdad de oportunidades; por la redistribución de la riqueza; por la justicia, la memoria y la reparación de los crímenes del franquismo; por el cuestionamiento del techo de gasto; por poner por delante las necesidades básicas de las personas en lugar de a los bancos… Así, en cada Ayuntamiento donde en su gobierno hay miembros de IU nuestras políticas, claramente de ruptura democrática, son palpables.

Es nuestra presencia lo que garantiza que los llamados “gobiernos del cambio” lo sean de hecho y somos la llave para su consolidación y continuidad. Es decir, somos parte fundamental para que los gobiernos del “cambio” no lo sean sólo del “recambio”.

Como responsable de Política Municipal suelo recibir de forma frecuente las consultas de compañeros y compañeras que, para poder desarrollar esas políticas de cambio y frente a los múltiples obstáculos que se encuentran, quieren saber cómo encontrar informes, sentencias, documentos de todo tipo y experiencias que les permitan poder cambiar el rumbo de las políticas existentes y avanzar en construir la sociedad que queremos.

Somos conscientes de que muchas hemos tenido, por fin, la oportunidad en esta legislatura de gobernar, de poder hacer posible que aquellas políticas que hemos elaborado y defendido durante años sean una realidad, que nuestra labor institucional ya no está reducida a la fiscalización y denuncia de unos gestores que en lugar de velar por el interés general lo hacían por el particular. Ya he dicho en muchas ocasiones que nosotros no nos presentábamos a las elecciones para perseguir delincuentes, aunque era finalmente los que nos tocaba hacer, nos presentamos para gobernar y ahora en muchos municipios lo estamos haciendo y ello se manifiesta en los cambios que se están produciendo.

Estamos en la mitad de la legislatura y vemos cómo se van produciendo pequeñas transformaciones, fruto de haber trabajado desde el minuto uno de la legislatura, siendo conscientes de que ocupar un cargo público no es un fin en sí mismo, sino un medio para poder transformar la sociedad y –sabedores de que cuatro años pasan muy rápido– no había tiempo que perder.

No cabe duda que se seguirá avanzando en lo que queda de legislatura, como tampoco que si la llamada Ley Montoro pudiera ser derogada se avanzaría mucho más. Además, mucho del trabajo desarrollado en los últimos dos años verá su fruto en los dos siguientes.

Ahora bien, es imprescindible que todo lo construido no sea evaporado rápidamente. En este sentido, nuestra apuesta de cara al 2019 debe ser fortalecer esos gobiernos de cambio y trabajar por multiplicarlos en cada uno de los niveles (municipal, autonómico...). Sólo así lograremos poner a los Ayuntamientos del cambio al servicio de la transformación social que necesita nuestro país y sus gentes.



Publicado en Mundo Obrero junio 2017