Homenaje a los abogados de Atocha “Héroes del Pueblo”

  • Juan Genovés, autor de “El Abrazo” recibe el premio de la Fundación Abogados de Atocha


Un año más, el Auditorio Marcelino Camacho se llenó para rendir homenaje a los abogados de Atocha, asesinados por la ultraderecha hace 40 años. El reconocimiento al trabajo del PCE en la lucha por la libertad y la democracia, junto al de CCOO, estuvo presente a lo largo del evento, el partido y el sindicato que representaron la lucha contra el franquismo y a los que estaban afiliados los abogados del despacho de la calle Atocha 55.

Así lo recordó el Secretario General de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo: “La dictadura se negaba a morir, pretendiendo ahogar en sangre al país. Los asesinos fueron donde más daño podían hacer. Sabían la importancia de los abogados laboralista, que eran clave para la organización desde las Comisiones Obreras y el PCE”. Habló de los años de plomo, de los últimos fusilamientos del franquismo en el 75, del asesinato de los 6 trabajadores en Vitoria, como respuesta del régimen a la huelga general convocada en la ciudad, de la represión en Granada, de Pedro Patiño, de Barcelona… de la represión feroz de los setenta. También de la democracia y la Constitución del 78 como “una conquista del duro trabajo y el alto precio pagado por la parte más concienciada de la sociedad que se encarnaba en CC.OO. y el PCE”.

El Secretario General de CC.OO. de Madrid, Jaime Cedrun, evocó “el impulso que hicimos con el PCE e Izquierda Unida, para que los abogados de Atocha tuvieran plazas, parques, calles. Después de todo ese trabajo parece que los Abogados de Atocha han dejado de ser nuestros héroes para ser los héroes del pueblo español, de la sociedad española”.

Este año, en el 40 aniversario de los asesinatos, la Fundación Abogados de Atocha otorgó el premio a Juan Genovés por su cuadro “El Abrazo” que representa los valores de la paz, la libertad y la democracia, y por la escultura, que desde la plaza de Antón Martín “extiende la memoria y mantiene vivo el recuerdo de los abogados laboralistas asesinados”.

Juan Genovés explicó cómo durante mucho tiempo estuvo buscando una imagen que representara la transición, cómo decidió que fuera un abrazo, lo que le costó concretar esa idea y el papel fundamental que en él juega una mujer, que en lugar de abrazar al resto extiende los brazos al futuro. Contó el recorrido del cuadro, cómo antes fue un poster por la amnistía, cómo se recuperó de las manos de un coleccionista estadounidense, el tiempo que pasó en los almacenes de los museos. Ese cuadro hoy está en el Congreso de los Diputados, gracias a una iniciativa de Izquierda Unida y del PCE.

El reconocido pintor confesó que los premios no le gusten, pero que éste es diferente y le emocionaba porque venía de un acto de solidaridad, “entendida como la unión de todos nosotros para conseguir un fin”.

“Este cuadro no es mío, es de todos vosotros que lo habéis hecho vuestro”. Habló los 500 carteles que se hicieron y vendieron para financiar la resistencia contra la dictadura, y narró varias anécdotas de aquellos póster enmarcados y distribuidos por todas partes.

Los otros premios de esta edición fueron para el Colegio de Abogados de Madrid y el Consejo General de la Abogacía, “que siempre han estado vinculados a los abogados de Atocha”, desde el primer momento con Antonio Pedrol.

María Luisa Suárez, la pionera

También llegaron las palabras de alguien cuyos problemas de movilidad le impidieron acudir al acto, María Luisa Suárez. Las leyó Antonio Montesinos después de presentarla como la pionera de los despachos laboralistas. Abogada de Madrid, venía de la Institución Libre de Enseñanza y fue la primera pasante del primer decano de Madrid elegido por los colegiados. Había opositado a los Registradores de la Propiedad y tenía las puertas abiertas a una situación económica muy buena pero renunció a todo para defender los derecho de los trabajadores desprotegidos y defender la libertad y la democracia. A partir del despacho de María Luisa fue el primero que se abrió. Le siguieron otros “hasta que España se llenó de abogados dispuestos a luchar por los derechos de los trabajadores” dijo Montesinos.

Alejandro Ruiz-Huertas, el sobreviviente de los atentados y presidente de la Fundación Abogados de Atocha, cerró el acto diciendo que Atocha tiene que ser memoria vinculante para todos porque sin memoria no hay democracia. Abogó por respeto y el cese de la violencia y puso el broche citando a Paul Eluard: “Si el eco de su voz se debilita, pereceremos”.

Antes del acto en el auditorio de CC.OO. hubo una concentración en la estatua el Abrazo de Genovés, con la intervención, entre otros, del Secretario General del PCM, Álvaro Aguilera.


Escrito por Gema Delgado
Publicado en Mundo Obrero
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