Enrique Díez, coordinador del Área Federal de Educación, advierte sobre las “trabas que se autoimponen ahora algunas formaciones” y señala que no es necesario “buscar de nuevo acuerdos que ya existen para una ley básica de Educación” como plantea el PSOE.
Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, muestra su “sorpresa” por el “retroceso en determinados partidos que se dicen ‘del cambio’ a la hora de cumplir el compromiso adquirido para derogar la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). En esta línea, el coordinador del área de IU, Enrique Díez, advierte sobre las “trabas que se autoimponen quienes han defendido en su programa y pactado derogar la contrarreforma educativa, estableciendo ahora un nuevo requisito: que se llegue previamente a un acuerdo para una ley básica de Educación”.
Díez recuerda que esta propuesta se contempla en la proposición no de ley que se ha apresurado a registrar el PSOE en el Congreso. “Actuaciones como ésta -señala- son aún más sorprendentes en determinadas formaciones cuando el PSOE y, en la fase final, Podemos, han participado en la elaboración del ‘Documento de bases para una nueva Ley de Educación, Acuerdo social y político educativo’ consensuado tras más de un año de trabajo y debates entre la comunidad educativa, movimientos sociales, sindicatos, especialistas en educación, formaciones políticas y ‘mareas verdes’ para establecer una ley educativa definitiva y estable”.
“Vuelven los maestros del lenguaje débil, de la neolengua y de la reinterpretación de las narrativas, que parece la especialidad de determinados grupos parlamentarios. Reinterpretando la pedagogía de la esperanza de Ernest Bloch, del ‘sí, pero todavía no’, algunos pretenden traducirla en ‘LOMCE, de entrada no’, lo que nos recuerda a anteriores retrocesos políticos dramáticos, que creíamos ya superados, como aquel ‘OTAN, de entrada no’.
El dirigente federal de IU valora que “si la práctica totalidad de las formaciones que integraban la oposición al Gobierno del PP, todavía en funciones, se comprometieron por escrito -en julio de 2013- a derogar la LOMCE en el primer periodo de sesiones y los nuevos partidos llegados al Congreso llevaban esta propuesta en su programa, no se puede comprender que algunos de estos actores principales plasmen ahora por escrito nuevos requisitos para acabar definitivamente con esta norma”.
En este sentido, Díez concreta aún más sus críticas y advierte de que la reciente iniciativa parlamentaria registrada por el PSOE “tiene todas las características de una maniobra dilatoria que abunda en ese ‘sí, pero todavía no’ y, lo más preocupante, no sabemos cuándo será esto. Con ello los socialistas invierten los términos: ahora primero se debe llegar a un nuevo acuerdo y, solo después, derogar la ley”.
“Por lo tanto, entendemos que esa nueva ley básica de Educación alternativa que reclama ahora el PSOE ya ha sido consensuada por la comunidad educativa y los actores sociales. Ya existe un documento para empezar el debate parlamentario, con ideas y propuestas claras y consensuadas. No hay razón para que este proceso se tenga que volver a hacer como requisito previo”, indica el responsable del Área de Educación de IU.
Enrique Díez considera que derogar la LOMCE “no supone quedarse en el limbo educativo. La comunidad educativa desarrolla su labor, incluso a pesar de todos los cambios y vaivenes legislativos. El profesorado sabemos cómo educar. Lo que no se puede es dilatar los tiempos, ni a poner condiciones, ni derivar la responsabilidad asumida hacia otros actores que tengan ahora que volver a hacer acuerdos. Además, derogar esta ley orgánica tan lesiva ayudará a que toda la sociedad se implique en la urgencia y necesidad de consensuar de forma definitiva una nueva ‘ley de Estado’ que dé estabilidad y continuidad al sistema educativo”.