No se puede entender lo de Sevilla, la persecución feroz del grupo IU y del PCA, al margen de la rabia infinita de la derecha y la ultraderecha por no haber podido especular y acumular durante 4 años. ¿Cuántos millones han dejado de percibir por la resistencia “verde” del gran terreno de Tablada?
No se puede entender lo de Sevilla sin enfocar la división de poderes desde el punto de vista de esa lucha de clases que todo lo afecta, y que atraviesa la actuación de jueces, gobernantes y representantes políticos. ¿O es que los jueces no tienen ideología?
No se puede entender lo de Sevilla sin la contaminación constante del populismo de un juez en excedencia que se lo juega todo a la carta de su triunfo en Sevilla el día 22 de mayo, y que si no gana reingresará en el microclima social e ideológico de la judicatura sevillana.
No se puede entender lo de Sevilla al margen de la actuación de una jueza “estrella” que, lo quiera o no, se dedica a marcar la agenda política, y lo hace sin un relato inculpatorio entendible, competente.
No se puede entender lo de Sevilla sin conocer las filtraciones desde un juzgado, que durante días pone en manos de los medios un auto que sólo llega al inculpado cuando ha sido linchado públicamente. Por cierto, ¿se están investigando las filtraciones? En caso de respuesta negativa, ¿a qué esperan? Y no es de recibo que haya que conocer el auto de manos de periodistas que te dicen que les viene de fuentes del PP.
No se puede entender lo de Sevilla sin aludir al anticomunismo visceral de esa ciudad eterna de los herederos ideológicos de Queipo de Llano, aún enterrado en la Basílica de la Macarena, que, se quiera o no, intentan convertir la libertad en una especie de “democracia de los vencedores”.
No se puede entender lo de Sevilla sin recordar las múltiples inculpaciones, siempre sin relato inculpatorio justificado (Lolo Silva fue la primera víctima: ¿alguien le ha pedido perdón por el archivo de sus “casos”?), y casi siempre a iniciativa del PP, contra la mayoría de quienes integran los puestos de salida en la candidatura de IU, esa fuerza que ha osado gobernar Sevilla con planteamientos transformadores y desde la democracia participativa.
NO SE PUEDE ENTENDER. NO SE PUEDE ENTENDER. Lo repito y espero tranquilamente mi inculpación. “Pero si tú no vas en la candidatura”, me contradice alguien.
POR TODO ESTO SE VA A LLENAR EL INMENSO SALON DONDE SE PRESENTA LA CANDIDATURA DE IU EN SEVILLA CAPITAL.