¿Pero se imaginan la alarma social y los movimientos que se producirian si a estas alturas del año el terrorismo hubiera producido más de 60 muertes? ¿estariamos leyendo manifiestos?.
Como dice Carmen Magallón, la violencia hacia las mujeres, la que produce los asesinatos y torturas es solo la punta del iceberg que oculta otras violencias más escondidas, violencias simbólicas, violencias institucionales.
Las instituciones políticas, económicas,académicas, la organización social han sido construidas pensando en un varón que disponía de alguien que cuidaba de su persona, su casa y su descendencia.
Hoy este esquema chirría, igual que chirría la relación entre hombres y mujeres, y esa es una chispa que enciende la violencia machista.
Las Instituciones siguen reproduciendo el esquema antiguo y chirrían ante las posturas de mujeres que no se adecuan al estereotipo masculino.
Por eso el 25 de noviembre todo el mundo hace manifiestos, sobre lo que ocurre y lo que se debería hacer para que no ocurriera, se hace hincapié en la importancia de la educación, en la protección de las victimas etc.Luego durante todo el año concretar esas intenciones en políticas concretas es otra cosa, ante cualquier propuesta ya sea de medidas legales o de introducir cualquier propuesta en educación, ya estamos viendo las reacciones y la oposición, de quienes consideran que cualquier medida legal que se pretende tomar va en contra de la igualdad de trato ante la ley, cualquier medida en educación topa con los que defienden que la educación deben darla en casa los padres y no en los colegios, y así seguimos, leyendo manifiestos año tras año.
