El portavoz parlamentario de IU Andalucía, Antonio Maíllo, ha expresado el rechazo de Izquierda Unida al Tratado Transatlántico de Libre Comercio que EEUU y la UE (TTIP) y ha reconocido que existe “un halo de esperanza gracias a la toma de conciencia de los movimientos sociales y las organizaciones agrarias en Andalucía” para frenar este acuerdo entre la Unión Europea y Estados Unidos. Para IU “es de facto una imposición de las multinacionales para acumular sus beneficios y un ataque a la soberanía popular”.
En debate celebrado para que el Parlamento andaluz se posicionase contra el TTIP, el portavoz de IU relató las “amenazas” que supondría este Acuerdo para los derechos laborales, los servicios públicos como la sanidad y la educación y especialmente, en Andalucía, donde “supondría la ruina para el campo andaluz y la agricultura ecológica”.
Maíllo ha criticado esta negociación por “su forma oscura y opaca”, a los medios de comunicación a ambos lados del atlántico por “la complicidad en ocultar el Tratado a la sociedad” que agrava la “falta de transparencia y participación ciudadana” y “el silencio de los grandes partidos que representan el bipartidismo en todos los estados de la UE y en los EEUU aunque su apoyo al TTIP queda fuera de toda duda”.
En referencia a la situación económica, el coordinador de IU Andalucía ha destacado que “en estos tiempos de crisis se evidencia que vivimos en un sistema económico que genera una inhumana desigualdad que no es producto de una maldición bíblica ni de la mala suerte, sino de una planificación que puede agravarse con el TTIP”.
“Al buscar una equiparación legislativa con EEUU, que no es firmante de la Asociación Internacional del Trabajo, se limitarán derechos como el de huelga, sindicación o la negociación colectiva”, ha señalado Maíllo, que también ha apuntado el “desastre” que supondría para las PYMES y la agricultura ecológica y familiar andaluza frente a la gran industria asentada en el país norteamericano, que “además contribuiría a la desaparición de paisajes rurales”. En este aspecto, la legalización técnicas extractivas como la del fracking convierten al TTIP en una “amenaza contra el clima y la energía limpia”.
septiembre/2015
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