AL INDIVIDUO LLAMADO ANTONIO BETETA - Secretario de Estado de Función Pública
Con sorpresa, estupor y fuera de mi jornada laboral leo sus declaraciones acerca de los funcionarios y, como le veo muy crecidito, he decidido responderle del mismo modo. Comienzo diciéndole que es usted un “mal nacido”, y ahora me explico.
Mi nombre es Agustín González, soy funcionario de carrera desde hace 32 años y presto mis servicios en el Ayuntamiento de Arganda del Rey. Al día de hoy mi salario neto está en torno a 1150 Euros mensuales, gracias a que cobro 10 trienios a 13,47 Euros brutos cada uno, es decir, que si quitamos los 134,70 de antigüedad me queda un sueldo pelado de 1000 Euros.
Desempeño las funciones que me han sido encomendadas en función de mi categoría (Antes Grupo E, ahora AP) con la mayor diligencia que mi corto conocimiento me da. Trabajo desde las 8,30 h. hasta las 17,30, disponiendo de una hora para comer. También tengo establecido un tiempo para el desayuno dentro de mi jornada de trabajo, que aprovecho, aunque no en su integridad para tomarme un cafelito y un bollo. ¿Sabe por qué?. Pues porque es mi derecho. Eso sí, si alguien precisa de mis servicios durante ese tiempo de desayuno, dejo aparcado el cafelito y atiendo el requerimiento sin hacer un mal gesto, porque me considero un profesional íntegro.
Yo no leo el periódico en mi puesto de trabajo, pero para su desconsuelo le diré que si lo leo cuando llego a casa, con ello aprendo a conocer a individuos como Usted y me entero de lo que pasa por el mundo.
Yo
dedico 8 o 10 minutos de los del desayuno a tomarme el cafelito, en
lugar de la media hora que me corresponde. Yo no considero que esté de
mas en mi puesto de trabajo, ya que soy yo solo para un centro educativo
de 24 aulas en el que tengo que encargarme de la apertura y cierre de
instalaciones, ejercer la discreta vigilancia, atender y dirigir a las
personas que pasan por el Centro, efectuar las operaciones de
mantenimiento simple y comunicar con diligencia aquellas que no pueda
reparar, controlar el buen funcionamiento de la calefacción, trasladar
mobiliario, mantener la limpieza de un recinto de 6000 o 7000 metros
cuadrados. Yo no creo que gane mucho, y al salario arriba indicado le
remito. Yo no me creo que viva bien y si es así es porque en su momento
me supe administrar. Yo no soy feliz en mi trabajo, asisto a él por
imperativo legal y porque el salario a fin de mes es el que me hace
feliz cuando me lo gasto en lo que me da la gana. Finalmente, en mi
modesta opinión yo no creo que sobren funcionarios.
Ahora bien, si lo que Vd. entiende por funcionarios no son personas como yo, sino individuos puestos a dedo como Vd., o como sus amiguitos del alma a los que instalan cómodamente en un despacho en el que no se sabe a que se dedican, con unos sueldos 4 veces superiores al mío, con dietas, con teléfono pagado por la empresa (Yo cuando tengo que establecer una comunicación urgente lo hago con mi teléfono privado y si me tengo que desplazar lo hago con mi coche sin cobrar nada a cambio).
Ahora bien, si lo que Vd. entiende por funcionarios no son personas como yo, sino individuos puestos a dedo como Vd., o como sus amiguitos del alma a los que instalan cómodamente en un despacho en el que no se sabe a que se dedican, con unos sueldos 4 veces superiores al mío, con dietas, con teléfono pagado por la empresa (Yo cuando tengo que establecer una comunicación urgente lo hago con mi teléfono privado y si me tengo que desplazar lo hago con mi coche sin cobrar nada a cambio).
Que
sus salarios también van incluidos en la nómina del funcionariado y son
los que elevan las cifras. Que pertenecen por tanto al presupuesto, que
no al cuerpo, una pléyade de políticos inútiles como Vd., de enchufados
y parientes puestos a dedo por Vd. Y gentuza como Vd., de militantes
del partido colocados en las empresas públicas sin pasar por oposición
ni por prueba de aptitud, sino simplemente por el hecho de ser amigos de
Vd. Y de personajillos como Vd.; entonces estoy de acuerdo en que
sobran funcionarios empezando por Vd.
También
sobra su maestra de ceremonias, la Sra. Aguirre, que fue la escuela en
la que aprendió Vd. a ensuciar la imagen de los honrados funcionarios a
los que año tras año nos vienen vilipendiando y reduciendo o congelando
el salario hasta habernos hecho casi imposible sobrevivir.
Sobran
Eurodiputados, sobran Ministerios sin funciones, sobran Secretarios,
Subsecretarios, sobran Consejerías, sobra el Senado y la mayor parte del
Congreso, sobran Diputaciones, sobran Concejales con dedicación
exclusiva y con las mismas prerrogativas y los mismos sueldos que si
fuesen Ministros, sobran Coordinadores, Asesores y Amiguitos del alma.
Sobran
ladrones que dilapidan el dinero de los administrados o simplemente se
lo llevan a su cuenta de Belice, Suiza o Las Caimán. Sobran Gurtels,
Emersas, Brugales, Campeones, ERE’s. Sobra su condescendencia con los
ladrones que evaden impuestos concediéndoles amnistias Fiscales. Sobra
su permisividad con los Aliertas, Botines, González, etc. A la hora de
facilitarles las jubilaciones anticipadas a cuenta del contribuyente, o a
la hora de regalarles nuestro dinero por su mala gestión.
Sobran
enchufados sin capacidad para desempeñar labores que finalmente tenemos
que realizar los “FUNCIONARIOS DE VERDAD”. Sobran dietas, sobran coches
oficiales, sobran los guardaespaldas para empleados de telefónica,
sobran los sueldos vitalicios de los expresidentes y los de los
exministros. Sobran los cuadros de los Presidentes del Congreso.
Sobra gentuza como Vds. que lo único que son es una lacra para este país, que se llama España.
Por el contrario no solo creo que no sobran, sino que faltan Médicos, Profesores, Inspectores de Hacienda y de Trabajo, Policías, buenos administrativos para agilizar la atención a los ciudadanos, faltan barrenderos, faltan jardineros, y falta un mínimo de vergüenza en individuos como Vd.
Por todo ello, no puedo ni voy a permitir que un mequetrefe impresentable como usted ponga en duda mi honradez profesional demostrada a lo largo de 32 años con gobiernos del Partido Comunista, Izquierda Unida, Partido Popular y Partido Socialista, cuando la de ustedes está en entredicho en tanto que lo resuelvan los tribunales correspondientes.
Por el contrario no solo creo que no sobran, sino que faltan Médicos, Profesores, Inspectores de Hacienda y de Trabajo, Policías, buenos administrativos para agilizar la atención a los ciudadanos, faltan barrenderos, faltan jardineros, y falta un mínimo de vergüenza en individuos como Vd.
Por todo ello, no puedo ni voy a permitir que un mequetrefe impresentable como usted ponga en duda mi honradez profesional demostrada a lo largo de 32 años con gobiernos del Partido Comunista, Izquierda Unida, Partido Popular y Partido Socialista, cuando la de ustedes está en entredicho en tanto que lo resuelvan los tribunales correspondientes.