Por Javier Ávila
Resulta bastante curioso, por no
decir engañoso, que cuando alguien tiene la suerte de recibir un piso de
protección oficial puede acogerse a una serie de ayudas económicas para su adquisición.
Estas ayudas nacieron precisamente por el perfil económico de bajos recursos de
los adjudicatarios de estas viviendas. Una de ellas es la subvención durante
varios años a los intereses del préstamo. Siempre me he preguntado por qué no
se subvencionaba directamente al capital prestado, ya que al disminuir éste se
reducirían también los intereses a pagar, pero en mayor medida que con la
subvención directa a los intereses.
Es decir, el beneficiario de las ayudas
obtendría mayor beneficio. El pero es que los bancos tendrían un negocio algo
más reducido. ¿Es el gobierno de los ciudadanos o de los banqueros? A esto se
le llama transferencia de renta pública (de todos) al sector financiero (los
banqueros).
Pero aún es más curiosa, por su
cuantía económica, la entrega de ayudas a los bancos con problemas de
solvencia sin contraprestación (obligaciones o
acciones). La falta de solvencia de los bancos ha sido consecuencia de la
ineptitud de los banqueros para gestionar grandes capitales racionalmente.
Llamamos inepto al fontanero que reparando una fuga de agua produce otra mayor.
¿No han hecho lo mismo los banqueros? ¿Por qué siguen dirigiendo los bancos que
han hundido? ¿Por qué cobran tamañas comisiones si no han sabido hacer su
trabajo? ¿Por qué siguen dirigiendo las instituciones controladoras
(Banco de España, CNMV) las mismas personas?
Retomando el tema. Yo me pregunto
por qué no se concedieron las subvenciones a los hipotecados con la finalidad
de cancelar parte de su deuda. El beneficio social hubiera sido inmenso. Habría
desaparecido la morosidad y, por consiguiente, los desahucios y, con ello, el
riesgo de pobreza y exclusión social. El dinero habría llegado en la misma
cantidad a los bancos consiguiéndose el mismo efecto sobre el sector financiero
que el actual. Bueno, habría una pequeña diferencia, los bancos no se habrían
quedado a precio se saldo tanta vivienda embargada. ¿Es el gobierno de los
ciudadanos o de los banqueros?
Está claro que gobernantes y
banqueros cenan juntos a menudo.